Admirador Espectral

**Aclaración antes de iniciar: Esta historia es Yizhan no importa el desarrollo que tenga, sin no lo comprenden ahora, más adelante lo harán.**

- ¡Maldición!.- El pelinegro se sentó de golpe en su cama, su respiración era agitada y su piel estaba empapada en sudor.- ¿Por qué mierda me ocurre esto?.- Despeinó su pelo con frustación.- Una noche, una sola maldita noche en paz es lo que pido.- Murumuró mientras marcaba su móvil y lo llevaba a su oído.

- Hola.- Una voz somnolienta se escuchó al otro lado.

- ¿Estabas dormido?.- Frotó sus ojos.

- Si, me fui a la cama temprano.

- Lamento haberte despertado.

- Está bien ¿Que sucede?

- No puedo dormir.- Resopló.

- ¿Sucede algo? ¿Quieres que vaya?

- No...- Cerró sus ojos.- ¿Sabes qué? Mejor duerme, de todas formas nos veremos en unas horas.

- Si te está sucediendo algo...

- Todo está bien.- Lo interrumpió.- De hecho, voy a aprovechar que estoy despierto para terminar el capitulo.

- Zhan...

- Te prometo que no demoraré. Solo escribiré hasta que el sueño me alcance.

- Bien.- Suspiró.- Iré en la mañana y te llevaré el desayuno.

- De acuerdo.- Sonrió.- Descansa.

- Te amo.

- Yo te amo más.- Colgó para luego quedarse viendo a la nada.- ¿Ya qué?.- Se levantó de la cama y caminó hacía su escritorio.- Solo será un momento y luego iré a la cama.- Encendió su laptop.

Esta era la cuarta noche en la que Xiao Zhan se despertaba sobresaltado a mitad de la noche. La cuarta noche en que su sueño era perturbado por aquellos sueños.

Aunque era una persona sumamente abierta con su pareja, Zhan se sentía preocupado al contarle la razón de sus desvelos y es que a ninguna persona le gustaría enterarse que su pareja ha estado teniendo una serie de sueños extrañamentes eroticos con alguien más.

Si, Zhan ha estado experimentando una cantidad de sueños humedos y aunque esto no es algo del otro mundo, hay algo que se puede considerar más que extraño ya que la persona con la que se encuentra en medio de estas situaciones no tiene rostro alguno.

Puede ver claramente su blanca piel, sus pectorales firmes y su marcado abdomen. Puede sentir las hebras del suave pelo deslizarse por sus dedos mientras se aferra a la nuca de este y gime de placer.

Escucha sus jadeos golpear sus timpanos, incluso puede sentir la suavidad de los cálidos labios pero no puede escuchar ninguna palabra salir de ellos. Sabe que es un hombre quien está ahi, lo puede ver claramente pero cuando trata de divisar su rostro este se encuentra cubierto por una espesa niebla negra, como si fuera una máscara de humo.

Al principio no pensó mucho en ello, creyó que solo era una mala jugada de su cuerpo y su mente debido a la abstinencia que había mantenido durante la asuencia de su pareja. Pensó que una vez este regresara de su viaje de negocios y le hiciera el amor de la forma tan candente como lo sabia hacer, estos sueños desaparecerían pero no fue así.