Especial Halloween

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Eran las 00:00, el día de Halloween había dado comienzo. Ya tenía asignada mi misión, era tradición que todos los días de Halloween les den trabajo a los cazarrecompensas o a los asesinos que trabajan para el gobierno, no todo son niños jugando y pidiendo caramelos casa por casa. 

Hoy debía matar a un exconcejal, tenía que hacerlo antes de que la fiesta que habían organizado los de mi clase empezase a las 20:00, Karma vendría a recogerme así que debía estar antes de esa hora en mi casa.

Preparé mis armas y repasé el plan que había hecho durante la noche.

Sabía que en la casa de mi víctima habría guardias hasta las nueve de la mañana donde cambiarían el turno y la casa tenía menos protección durante unos minutos, minutos esenciales para que yo fuese capaz de entrar sin ser vista.

Así lo hice, pasé por la puerta principal sin que nadie me llegase a ver. Ahora dentro debía tener cuidado con todo el personal de la casa. Fui con cuidado y silenciosamente hasta la habitación donde se debía de encontrar según el horario que conseguí apenas hace dos horas.

Toqué la puerta y me escondí en la parte por donde se tenía que abrir. Justo cuando la abrió y asomó su cabeza me vio.

-Espero que hayas disfrutado de tu día de Halloween, porque no vas a llegar a la hora de las golosinas- saqué una de las pistolas que llevaba escondida en mi chaqueta y lo apunté en la frente.

Antes de disparar respiré profundamente para luego apretar el gatillo, apenas duró unos segundos.

Desgraciadamente la pistola no tenía silenciador así que tuve que salir corriendo de la casa lo antes posible sin que nadie me viese, tomé varios desvíos, pero el lugar a donde tenía que llegar siempre era le mismo. La salida.

Por el camino antes de poder llegar me crucé con varios guardias los cuales no me dieron problemas, fueron fáciles de silencias, y no en el sentido de asesinato. Ser un guardia no es sinónimo de ser fiel, o al menos no en este caso.

Cuando salí corrí por las calles y luego simplemente caminé como una persona normal para no llamar la atención.

Tardé un buen rato en llegar a mi casa puesto que mi victima vivía bastante lejos de mi. Solo quedaba media hora para que la fiesta empezase, Karma debía estar apunto de llegar. Busqué algo de ropa para ponerme que pegase con la temática. Me miré al espejo y me di cuenta de que tenía algo de sangre de mi trabajo anterior. Sería perfecto para mi disfraz, no tendría ni que cambiarme de ropa.

No esperé mucho hasta que Karma llegó y le abrí la puerta, el se quedó esperando a que tomase todas mis cosas para poder irnos.

-¿De qué vas disfrazado?- pregunté ya que lo único distinto que no suele llevar era el cuchillo especial para matar a Koro-sensei.

-De asesino.

-Que original- me burle.

-¿Y tú?

-De lo mismo.

-En ese caso no te burles- dijo resignado pero a la vez con tono de burla.

En cuanto llegamos todos lo que ya estaban se acercaron hacia nosotros y se pusieron a preguntar de qué íbamos y que si bailábamos o qué íbamos a hacer.

La fiesta se empezó a animar según iba llegando más gente, a mitad fui al baño para descansar un poco de todo el ruido. Cuando me fui a girar me crucé con Karma.

-¿Qué coño haces aquí? Es el baño de chicas- grité ya que con todo el ruido apenas se me escuchaba.

-Sé que hoy has trabajado- me empezó a acariciar las cadera por detrás.

-No es nada nuevo- alcé mi brazo para poder tocar su cuello.

-¿Por qué no te doy una recompensa por terminar el trabajo bien y rápido?

-¿Qué me ofreces de recompensa?

Pasó sus manos por debajo de mi camisa y desató mi sujetador para luego empezar a masajear mis pechos. De un momento a otro una de sus manos fue hasta mis pantalones y los bajó lentamente.

-Karma- lo paré- ¿si entra alguien?

-Si tanto te preocupa...- me llevó hasta dentro de una de las cabinas para seguir con lo que estaba haciendo.

Me dejó únicamente con mis bragas.

-No seré la única desnuda aquí- empecé a hacer lo mismo que el pero mucho más lento.

-No deberías jugar de esa manera- agarró mi cuello.

Ahora en vez de hacerlo lento fui más rápida.

-Eso no va ha hacer que tu castigo sea menos severo.

Tragué antes de que Karma pusiese una de sus manos en mi intimidad y empezase ha hacer movimientos circulares sobre ella lo que hizo que me mojase aún más y saliesen aún más gemidos. Después procedió a meter dos de sus dedos. Yo por mi parte empecé a tocar el bulto de su entrepierna, ahora no era la única que hacía algún sonido.

-No tengo nada aquí, pero después pasamos por la farmacia y te la compro.

Me quedé completamente denuda al igual que él y me penetró. Sus embestidas eran rápidas desde un inicio y mis gemidos ya de por sí eran bastante sonoros. Estaba agradecida con la música alta hasta que paró de escucharse nada y tuve que guardar silencio.

-¿Por qué tan callada?- llevó su mano a mi clítoris mientras me seguía penetrando, lo que me hacía querer gemir aún más- ¿Sigues sin querer decir nada?- negué con la cabeza- en ese caso no pararé.

Me empezó a embestí con más fuerza hasta que la música volvió a sonar y ya puede empezar a hacer ruido de nuevo. Antes de que se corriese en mi interior sacó su miembro corriéndose fuera aunque siguió con su movimiento de manos par que yo llegase a mi límite.

Después de eso simplemente recogimos y limpiamos lo que habíamos hecho, nos pusimos la ropa y nos arreglamos para que no fuese tan obvio y yo salí primero, Nagisa me preguntó por el pelirrojo pero le mentí diciendo que no sabía donde estaba. Después de un rato salió Karma y la fiesta siguió hasta bastante tarde. Karma se ofreció a acompañarme casa pero antes de llegar pasamos por una farmacia abierta 24 horas para comparar la pastilla. En cuando me la dieron me la tomé y volví a casa junto a mi novio.

A dos bandos (Karma x ___) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora