1. Conversión

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Renuncia de derechos: Los personajes del anime y manga Noragami, son propiedad de AdachiToka. La historia es de mi autoría.

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Debimos suponer que una celebración de tal importancia se nos saldría de las manos; Yama había cumplido los dieciocho años de edad y por ello le organizamos una salida exclusivamente de chicas.
Le había prometido a mis padres que no llegaría tarde a casa, pero no había cumplido con lo establecido: eran las tres de la mañana y me encontraba sola recorriendo las despejadas calles de mi ciudad.

En mi cabeza no paraban de repetirse las multitudes de advertencias que había recibido por su parte, en las que no perdían oportunidad de recordarme el por qué era peligroso que una jovencita, que encima vestía con un atuendo poco apropiado para la situación, estuviera caminando sola en cualquier zona de la ciudad a altas horas de la noche. Llevaba un abrigo y debajo un hermoso vestido negro, que un apuesto joven de ojos azules me compró como compensación por haber manchado con helado mi blusa, en un pequeño incidente de comida.

«Hay gente muy peligrosa rondando por la ciudad, Hiyori. –Mi hermano mayor, Masaomi, pocas veces me llamaba por mi nombre de pila; además, supe que estaba haciendo una referencia implícita a sus congéneres masculinos en aquella conversación –. Gente que no dudaría ni un segundo en arrastarte hacia el callejón más cercano para hacerte Dios sabe qué...»

A mi hermano le gustaba exagerar las cosas, mientras que mis padres eran mucho más prácticos, limitándose a dejarme las cosas bastante claras mediante el uso del miedo; todo esto se veía agravado por el simple hecho de ser la única hija mujer y la menor de la familia, quienes se veían en la obligación de proteger a su inocente y dulce "pequeña" de diecisiete años de las monstruosidades que se escondían en el mundo. ¿Y qué mejor arma para inducir el miedo en el cuerpo que con historias que un hermano, perteneciente al cuerpo de policía y un padre dedicado a la rama de la medicina forense habían escuchado o tenido que hacer frente en sus puestos de trabajo? Con sus relatos detalladamente gráficos habían logrado su objetivo aquella noche.

Giré la cabeza en todas las direcciones, comprobando que la calle estuviera completamente desierta y yo me encontrara a cada paso más cerca de la entrada de la estación de tren más próxima. Me aferré más el abrigo para no mostrar el temblor que me inundaba, tanto por el frío como por temor, y le dí más celeridad a mis pasos. No recordaba si la zona en la que me encontraba ahora entraba en la larga lista de "puntos problemáticos", como Masaomi solía decirle, pero decidí no retrasarme ante la duda.

El aire se me quedó atascado en la garganta al creer escuchar un sonido. Fue leve, pero más que suficiente para que mi columna vertebral se pusiera rígida y titubeara mientras trataba de serenar mi persona, diciéndome que posiblemente se tratara de algún animal callejero; por seguridad, y para mi tranquilidad, crucé de acera y continúe mi camino, divisando al final de la misma la entrada a la estación.

Pensé en la enorme reprimienda y la severidad del castigo que iba a llevarme por parte de mis padres, cuando algo me tomó del brazo y tiró de mí con violencia, haciéndome perder el equilibrio y conduciéndome hacia uno de los callejones por los que había pasado tan solo unos instantes.
Mis ojos se cerraron de manera mecánica, mientras mi cuerpo esperaba el impacto contra el frío suelo.

Pero la caída nunca llegó.

En vez de acabar en el pavimento, mi espalda chocó con fuerza en la pared de uno de los edificios que conformaban aquel callejón y mi corazón empezó a golpear con auténtico terror mis costillas; abrí los ojos de par en par cuando la misma mano que me había desequilibrado, arrastrándome a ese oscuro lugar, comenzó a palparme por encima del abrigo.

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⏰ Última actualización: Oct 31, 2022 ⏰

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