Capítulo 3 🩸

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Soltando un grito para nada masculino el con rulitos, observaba el gran salón del castillo lleno de cosas que parecían más antiguas que su difunto bisabuelo.

–Carajo esto es hermoso ¿puedo fotografiarlo?–

–Ya lo estás haciendo– respondió el otro con un bufido guiandolo por los salones del castillo.

–¿Cuántos años tienes Jungkook? –

–Mm más de setecientos años–

–Oh eres como el vino~–

–¿Qué? –

–No nada ignora eso– el rizado no pasaba por alto lo atractivo que es el conde con esa piel lechosa, belfos rojos con un piercing en el inferior y otro en su ceja, múltiples perforaciones en sus orejas, mandíbula marcada y nariz recta sin duda es muy atractivo y Taehyung tiene poco autocontrol por lo que más de algún halago se le escapaba.

–¿Y tú cuántos años tienes ? –

–veintiséis –

El azabache le sonrió y siguieron recorriendo el castillo hasta que el estómago de Taehyung los interrumpió al hacer un sonido indicando que ya tenía hambre.

–Llamaré al señor Dante para que te prepare algo–

Pronunció el nombre del antes mencionado y este aparecio en una nube de humo negro.

–A sus órdenes señor ¿en qué puedo ayudarle?–

haciendo una reverencia pregunto, viendo al otro joven con duda.

–Puedes conseguirle y prepararle algo a nuestro invitado para que coma por favor–

–enseguida señor– luego de algunas indicaciones y presentaciones el otro vampiro desapareció nuevamente.

–Asombroso– dijo el rizado viendo el humo negro que estaba aún saliendo del lugar donde antes estaba Dante.

–Oye y tú qué comes– preguntó Taehyung con duda.

–En Realidad yo no tengo la necesidad de consumir tanta comida, pero respondiendo a tu pregunta bebo sangre de animales algunas veces o como de las cosechas que tengo en el jardín o también consumo comida humana, al ser inmortal necesito mantenerme ocupado es por eso que cultivó múltiples cosas, y Dante consigue otros complementos para mis comidas en el pueblo humano–

–Interesante… por cierto justo me preguntaba ¿qué hacías para mantenerte entretenido?–

–Eres muy curioso ¿eh? –

–Un poco mucho si–

Luego de comer algo Jungkook le enseñó la que sería su habitación durante el tiempo que el humano quisiera quedarse, la verdad era que a Jungkook no le molestaba la presencia del humano, el muchacho es agradable y lo hacía reír como no lo hacía desde hace años como cuando sus padres aún estaban, pero disfrutaría de la compañía del otro durante su estancia y esperaba que este pudiera quedarse durante un buen tiempo, son completos desconocidos pero no le incomoda en nada el rizado, si es un poco preguntón pero nada tan exagerado para desear que se fuera.

Luego de un emocionante día Taehyung se encontraba sobre la cama de la habitación donde se quedaría, estaba tratando de conciliar el sueño pero ciertamente la emoción y el miedo mezclado no lo dejaban dormir.

Escuchó el sonido de pasos fuera de la habitación y decidió espiar por la hendidura de la puerta quedando totalmente asombrado por lo que vio.

Jungkook con su antes pulcra camisa blanca salpicada de sangre al igual que las comisuras de su boca, sus ojos rojos como la luna de la noche pasada brillando en la oscuridad del pasillo mientras arrastraba un ciervo muerto, dirigiéndose a su propia habitación.

Fortune   KooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora