You're mine

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Lo había logrado, por fin lo había logrado, después de tanto,¡Lo logró! Izuku Midoriya a sus 27 años logró dar vida a un muerto. Después de elegir meticulosamente cada parte perfecta y ensamblarlo lo hizo, le dió vida con la galvanización.

Su resultado, bueno, todas las piezas juntas se veían horribles, ¡Pero era su creación! Era perfecto como era.

Poco a poco la criatura abrió sus ojos rojos.

- ¡Hola! - Ante su llamado no hubo reacción - ¿Hola? - volvió a llamar pero nada, se acercó y tocó recibiendo un gruñido en respuesta y reacción del otro - Interesante, parece que solo tienes el sentido del tacto. Vista y oído no funcionan - se alejó para volver a acercarse con un tipo de recipiente - Veamos con olor - Acercó el objeto a la nariz del ente y hubo un pequeño movimiento en esta - Interesante... - Siguió con si diagnostico hasta que cayó la noche y el sueño le ganó.

Al despertar por la mañana lo primero que vió fueron dos irises rojos clavados en su persona.

- ¡Wahh! - Rápidamente el miedo invadió el cuerpo del peliverde que dió un salto en su cama asustado.

El otro le vió frunciendo el ceño.

- ¿P-puedes verme? - Indagó recuperándose del susto y acercándose a su creación emocionado.

- Grrr -

Al parecer la criatura ahora podía tenía vista y oído.

- Mmmm, probemos olfato y gusto - Izuku se levantó teniendo cuidado del ser.

Se acercó lentamente y le acercó el anterior recipiente a la nariz, inmediatamente el ente huyó. Izuku se emocionó por esto y luego de dejar el recipiente se acercó. El otro le gruñó, pero Izuku no dudó y se acercó más tomando el rostro ajeno en sus manos.

- Confía, tú eres mi creación - Trató de hablar amablemente. El monstruo se calmó.

Lo guío por el lugar y lo llevó a donde se hallaba la comida, cortó un pedazo de queso y se lo dió a la boca. El monstruo lo comió y saboreó, hizo un sonido de gusto.

- Pues al parecer tienes los cinco sentidos - Sonrió y el otro trató de imitarlo consiguiendo solo una mueca - Jaja, estás vivo, ¡Estás vivo! Mi creación, estás vivo - El peliverde no pudo contenerse y se abalanzó a abrazarlo y darle mimos.

Afecto.

Como cualquier padre a su hijo.

Poco sabía de las repercusiones que tendría aquello en el corazón de aquel monstruo.

- Hey - Izuku se separó y le habló - Yo, Izuku - Se señaló a sí mismo y dijo lentamente su nombre repitiendolo varias veces - Tú... Mmm... Katsuki - Se inventó.

El otro le vió y remedó torpemente.

- Izuku - Le señaló, su habla aún era burda pero iba en buen camino - Katsuki - se señaló, el ojiesmeralda emocionado asintió.

Los días pasaron, Katsuki era excepcionalmente inteligente y aprendía rápido, hasta el punto de poder hablar fluidamente con su "creador" palabra que aún no entendía.

Pronto se interesó por la lectura y el peliverde gustoso le enseñó a leer, también le dió acceso a sus libros, todos excepto los que de biología, física y química se tratasen. Katsuki tenía curiosidad por ello pero le restó importancia.

Cada fin de semana Izuku se iba al pueblo cercano, pues ellos vivían en un castillo cerca al bosque, para llenar la despensa. Y en cada ocasión le indicaba a Katsuki que no saliese. El peliverde sabía que la gente no tomaría bien a su preciosa creación. Y aunque Katsuki siempre le obedecía esta vez su curiosidad pudo más y salió.

You're mine [Katsudeku•One-shot]Where stories live. Discover now