8.-Miedo y repulsión

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—Oye, levántate —decía Sasuke dándole leves golpes en las costillas con su pie.

—Vamos Sasuke, no hagas eso, lo acaban de atropellar —Naruto le dio un leve empujón al azabache para apartarlo de Kakashi.

—Solo está de dramático —se defendió Sasuke recordando como cuando lo intento amenazar, Kakashi fácilmente aparto las tijeras sin sufrir ningún daño, y podría jurar que justo ahora tampoco le había pasado nada.

—Estoy en el mundo humano, debo fingir ser uno, y los humanos son débiles —murmuró Kakashi.

—O también puedes fingir estar furioso con un ataque de adrenalina que te haga recuperarte y reclamarle a ese auto —habló Sasuke para girarse y ver como el conductor bajaba asustado.

— ¿Qué demonios te sucede? ¡¿Acaso no viste el semáforo?! —gritaba alguien acercándose para sujetarlo de la ropa.

—Yo...frene pero no se detuvo —respondió el chico al borde del llanto.

—Olvídalo, parece que alguien ya se adelantó—comentó Sasuke.

—Naruto, ¿estás bien? —Jiraiya soltó al conductor para acercarse al rubio.

—Sí, solo...es un rasguño —contestó Naruto que aun temblaba.

—Alguno de ustedes, llame a la policía —indicó Jiraiya viendo a las personas que los rodeaban. —Debes rendir tu declaración Naruto, que esto no quede impune.

—Eh...yo—Naruto lo pensó por un momento, hacer eso implicaba que Kakashi fuera interrogado; los policías preguntarían nombre, edad, y demás datos básicos que el demonio claramente no tenía, quizá lo mandarían al hospital a revisarse y ahí notarían sus cuernos. —No lo veo tan necesario, digo, un error lo comete cualquiera, y yo estoy seguro de que Kankuro no lo hizo de forma intencional, ¿verdad?

—No, no, te juró que el auto no freno —decía el castaño.

—Sí, yo te creo, no pasa nada. Además, yo solo tengo un rasguño, Kakashi fue el que amortiguo el golpe y él también está bien, ¿cierto Kakashi? —Naruto se giró buscando al demonio quien ya no estaba.

—Le dio pena que todos lo vieran y se fue corriendo —dijo Sasuke.

—Lo ve, esta tan bien que puede correr —habló Naruto.

—Mmm está bien —Jiraiya no parecía tan convencido.

—En serio Naruto, perdóname, no me envíes a la cárcel —suplicaba Kankuro tomándolo del brazo.

—Descuida, no haré eso, solo ten más cuidado —contestó Naruto.

Sasuke vio a su alrededor, en el auto parecía ir otro ángel que también lucia molesto, ¿ese era el guardián de Kankuro? Creía que los ángeles eran agradables, pero todos se veían enojados.

— ¿Seguro que estas bien Naruto? ¿Puedes ir solo a casa? —preguntó Jiraiya con preocupación.

—Sí, eso creo—contestó Naruto para sonreírle buscando calmar a su profesor.

—Sasuke, ¿Crees poder acompañarlo? Me preocupa que algo le pase en el camino —sugirió el docente.

—Bien, vamos Naruto —indicó Sasuke para comenzar a caminar.

— ¿Sabes hacia donde fue Kakashi? —preguntó el rubio una vez que se habían apartado un poco.

—Creo tener una idea —respondió el azabache.

— ¡Baja de una vez cobarde! —gritaba Kakashi mientras le lanzaba piedras a Obito.

— ¿Por qué no mejor tú vienes aquí? Oh, cierto, no puedes porque no tienes alas —soltó en tono burlón el ángel que aterrizo en un poste de luz.

Mi alma, mi decisiónWhere stories live. Discover now