506 - Melizabeth

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“¿Sigues viviendo en el 506?”

—Espera... ¿Lo dices en serio? —Dije, con el corazón acelerado. Ella asintió bajando la mirada a la mesa, se le veía triste— ¿Quieres decir que tengo un hijo...? Eli, yo...

—No pidas disculpas, no lo sabías. Pero-

—¿Puedo verlo?

—Ojalá... —Frunci el seño—. No es que esté negándote a tú hijo, Meliodas. Es sólo que... Lo perdí, a las dos semanas de que te fuiste lo perdí. El doctor dice que fue por la depresión en la que caí tras tu partida y lo de mi madre, me deprimi tanto que simplemente... Lo perdí —Ella parpadeó varias veces cómo alejando las lágrimas, mientras yo estaba sin palabras, sintiéndome como el más grande imbécil del mundo sobre todo cuando ella volvió a hablar:—. Lo siento tanto...

—¿Por qué te disculpas? Él que debería pedir perdón soy yo. Ellie, si lo hubiera sabido yo...

—Te habrías quedado estancado para siempre en un lugar donde no eras para nada feliz... El día que te lo iba a decir era el día que tu te ibas, cuando fui a tu casa fue precisamente a contártelo, pero entonces te vi guardando maletas, emocionado de al fin irte de un lugar que te mataba lentamente, y fue cuando me dije que no podía arruinarte eso, no podía atarte a este pueblo, pero tampoco podía dejar a mi madre, así que preferí callar por los dos.

»Lamento tanto no habértelo contado al momento, no haber tenido el valor para escapar contigo, no haber resistido lo suficiente por el bienestar del feto en mi vientre, sé que uno de tus más grandes sueños era ser padre, pero simplemente no lo soporte, cuando mi madre...

Tomé una de sus manos y la acaricié con suavidad cuando su voz tembló. Ella intentó hacerse la fuerte carraspeando un poco y apartando la mano, pero la conozco y sé que quiere explotar.

—Tranquila, Ellie, está bien, no te culpo de nada, creeme yo hubiera deseado haberme quedado y estar aquí para ti... ¿Puedo preguntar que pasó con tú madre?

—Murió. A la semana de que te fueras, murió.