𝑼𝒏 𝒃𝒖𝒆𝒏 𝒐𝒔𝒐

DIA 1

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spreen despertó, aún se sentía algo mareado, su cabeza dolía un poco también y su cuerpo dolía como el infierno, quien sabe porque.

Abrió los ojos lentamente, no podía visualizar bien el lugar donde estaba, pero sabía que esa no era su casa o su pollería.

Cuando al fin logro visualizar su entorno se encontró que estaba en una habitación completamente solo.

No había muebles, de hecho, a estado durmiendo en una sábana en el piso, eso explica el dolor en su cuerpo.

Spreen se levantó, como pudo, aunque fue mala idea, el dolor fue mayor, pero logro ponerse de pie.

Intento romper algún bloque de la pared, pero al instante noto que eran bloques reforzados.

Quiso buscar su espada o algo de comida, pero al instante se dió cuenta que no tenía sus cosas.

Camino un poco y vio una puerta con scanner.

- ¿Dónde pija estoy? -

Me gustaría saberlo yo también la verdad.

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Una hora, dos, tal vez tres.

No lo sabe pero lo que si sabe es que lleva mucho tiempo encerrado hay.

- esto es peor que la prisión boludo -

No estaba preocupado, sabía que tarde o temprano lo dejarían ir..... Bueno eso cree.

Escucho pasos, así que se puso alerta y aún más cuando vio que la puerta se estaba abriendo.

- buenos días, oso de mierda -

- ¿Juan? -

- si ¿Quien más podría ser? -

La confusión era muy visible ¿Que carajo hacia Juan?

Tal vez, vino a rescatarlo,si eso tiene más sentido.

Aunque ¿Cómo abrió la puerta si es un scanner?

Además ¿Porqué sonríe tan tranquilamente?

Parece que la idea del rescate está descartada.

- ¿Que hago acá? ¿Que hiciste? -

Estar a la defensiva era la única manera para spreen de defenderse estado desarmado.

Aunque esa pregunta solo causo una pequeña risa en Juan.

- eso no se pregunta, es algo obvio porque estás aquí, no te preocupes, cuídare bien de ti -

- ¿Que mierda decís? -

- no no no, insultar no te servirá de nada oso -

Juan se acercó a spreen, intentando acariciar su cabello.

Mala idea, spreen, aprovechando sus filosas garras de oso, lo rasguño, dejando una gran herida en su cara.

Eso a Juan no le gustó nada.

Juan se llevó una de sus manos a la herida, estaba sangrando, pero no reaccionó como spreen quiso que reaccionara.

- mal, muy mal oso -

- atacarme no te ayudará en nada -

Dicho eso, Spreen recibió un fuerte golpe en la cara, dislocando un poco su mandíbula y haciéndolo caer al suelo.

¿Como es que Juan tiene tanta fuerza de la nada? ¿Magia tal vez?

- debes ser un buen oso, si eres bueno recibirás premios a cambio -

- pero, si por el contrario, eres un oso malo, recibirás un castigo, cada castigo será peor que el anterior -

Juan se dirigió a la puerta, pero anda volvio a hablarle a spreen.

- hoy no abra comida para ti, por ser malo, a ver si así aprendes -

Y con eso dicho, Juan, se fue.

- patrón? ¿Está por aquí? -

- ¿¡Señor pollero?! -

- que extraño, ya es hora de abrir la pollería y el patrón no está por ningún lado -

- tal vez fue al pueblo central, busquemos por haya -

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- ¡¡Juan!! ¡Hijo de puta!! ¡Abre la maldita puerta!!

- ¡¡Juan!! ¡Sácame de aquí!!