Capítulo 5

95 6 0
                                    

Corrí rápido con dolor en mis pulmones, había visto el techo de varias cabañas mientras descendía una colina. No parecía estar equivocada cuando vi unas pequeñas casas.

Encontré un pueblo.

Habían unas cuantas personas caminando, pronto me notaron.

Me apresuré a buscar alguien que parezca confiable.

Los vi susurrando, pero los ignoré.

Una señora mayor se me acercó al verme jadeando.

-cariño ¿estás bien?-me tocó el brazo-.

Asentí tomando aire.

-señora... ayúdeme, por favor-ella sostuvo mis manos-.

La vi mover su nariz hacia mi, pero no tome importancia, algunas personas mayores son extrañas.

Ella sonrió.

-lo que desee, dígame cómo puedo ayudarla.

Empezó a hablarme con respeto cosa que me hizo sentir incómoda. Pero. Primero que me diga cómo salir de aquí.

-un... tipo me secuestro, debo volver a casa, por favor la seguridad del pueblo... necesito salir de aquí.

Su expresión mostró confusión.

-¿secuestro?.-habló un hombre-.

Volteé y miré a un chico con una cuchillo que estaba en el cinturón de su pantalón. Solté a la señora.

-s-si... me tenía arriba en la colina.

Frunció el ceño y se acercó a mi. Entonces noté a unas chicas detrás de él, estaban cruzadas de brazos y me miraban de forma despectiva.

Abrí los ojos al ver su ropa. Sus vestidos eran largos pero tenían aberturas en ambos lados, se podía ver sus piernas desde antes de los muslos, sus cinturas tenían un corsé de cuerdo café que levantaba sus pechos, que eran bastante grandes ya. Andaban sin mangas pero tenian cuerdas rodeando sus antebrazos. Sus cabellos se encontraban recogidos en un moño alto. Y se veían intimidantes ya qué tenian amarrado en la cadera un cuchillo que parecía muy filoso.

-señorita, ¿cómo era la persona que la tenía retenida?.-preguntó el chico haciéndome voltear a verlo-

Estaba moviendo la nariz igual que la señora de hace rato, fruncí las cejas incómoda.

-e-era mas alto que usted, tenia el cabello bastante oscuro y... ojos azules.

Miré a las demás personas.

¿Por qué movían así las nariz todos? Comencé a sentirme extraña escuchando sus susurros.

-huele a Damien...

-Damien no toca a ninguna mujer, quizás sea ella...

Mi piel se erizó al comprender que ellos conocían a ese hombre.

No debí venir aquí.

Retrocedí un poco para alejarme del chico que me miró el cuello como buscando algo.

-p-parece que usted no puede ayudarme... los dejaré, disculpen las molestias.

Pase junto a él para salir lo mas rápido que podía del lugar.

Frené en secó cuando lo vi caminando despreocupadamente por el mismo camino que yo use para llegar aquí. Me miró y negó con la cabeza haciendo una mueca.

Retrocedí.

-no...-susurré-.

Algo me apretó los brazos y grité.

Raptada por el LoboWhere stories live. Discover now