Piratas Au

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Act 1

Pirate AUS

La bala pasó muy cerca de su cuerpo para su gusto, incluso su sombrero salió volando y ahora su cabello, que siempre fue particular, se alzaba. Apenas podía ver la espalda de algunos de sus compañeros que ya estaban a varios metros adelantados en esa desastrosa huida hacia las costas para tomar su barco y escapar de las garras del ejército imperial, pero la cosa pintaba de que eso no iba a suceder o por lo menos, él no alcanzaría a llegar con su tripulación. En algún momento se quedó tan atrás que simplemente se dejó caer de rodillas, respirando rápido y fuerte como si le quemarán los pulmones. Ryusui notó su ausencia y lo vio detenerse, voltear aún llevando en brazos a un joven encapuchado que sabía que le observaba con angustia y preocupación 

—¡SENKU!

—¡SIGUE ADELANTE RYUSUI! ¡LLEVA A GEN AL BARCO!—Ordeno mientras intentaba ponerse de pie—¡Nos reuniremos en la costa en tres días!

—¡Senku-chan! 

—¡UNO SE QUEDO ATRÁS, ATRAPENLO!

—¡CORRAN!—vuelve a ordenar de forma más severa, Ryusui maldijo bajo su lengua y continuó el trote alejándose por un callejón oscuro. Senku se quedó dónde estaba, aún recuperando su aliento. Fue rodeado en cuestión de minutos, incluso un soldado apuntaba directamente a su cabeza. Alzó la mirada para encontrar al teniente Snyder presionando el cañón del revólver contra su sien, aún así sonrió de una forma quebrada, sin disimular los nervios alzó lentamente las manos para demostrar que no tenía nada encima para atacarlos—, hey teniente, no tiene que ser tan rudo. Sabe bien que no puedo hacerle nada—, le aseguro con una voz levemente nerviosa.

—Lo se, pero traicionaste a su majestad el rey. Esto es protocolo—, aleja su arma, levanta a Senku del suelo sujetándolo del brazo. Pronto fue esposado por las muñecas y arrastrado con el ejército hacia el carruaje/calabozo ambulante dónde sería transportado—. Es mejor que uses esa lengua tuya de forma sabía, mocoso, el rey va a hablar contigo antes de lanzarte a alguna celda para que te pudras en ella.

—Lo tomaré en cuenta.

Senku es tirado dentro de la jaula y encerrado en el carruaje sin más. Este se sienta en el piso y ni bien recobra su postura, el vehículo empieza a moverse. No podía hacer más que esperar a reunirse con el rey, para ver qué es lo que ese hombre tenía planeado para él, aunque ya podía imaginarse dos destinos, una soga en la ahorca con su nombre o tal vez un paseo de ida directo a la guillotina. 

—...Pero esto no es más que las consecuencias de mis propias acciones, kukuku~ 

[...]

—Señor Ishigami.

—Doctor Ishigami, usemos los rangos ¿Le parece, mi rey?

—Bueno, doctor Ishigami—continuo el hombre, ajustando sus guantes y cruzando sus piernas, una rodilla sobre la otra. Le observa desde lo alto, desde su trono de oro y marfil, mientes Senku se encontraba sobre sus rodillas, con grilletes en sus muñecas y tobillos. El rey de levanta, con gesto perezoso ordenó a los guardias retirarse y ahora, solo se encontraban ellos dos en el salón del trono—, me abunda la curiosidad, ¿Que le hizo pensar que era buena idea robarme a mi? Pudo simplemente obedecerme y hubiese salido del reino con riquezas, pero prefirió jugarse el pellejo.

—Bueno, mi señor rey, la vida es impredecible… Usted por ejemplo, su hermano mayor sería que el debería gobernar y no usted, pero casualmente su hermano desapareció misteriosamente y ahora usted lleva sobre su cabeza esa corona. 

—No intente faltarme el respeto.

—Oh, eso jamás, mi señor rey, solo señaló cuánta casualidad hay en la vida.

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