El sultán protector (HürremxMahidevranxOrhan)

Capítulo 15

Cuando escucho el grito para su captura se puso alerta, era obvio que parte de su plan se había filtrado tal y como lo había planeado, lo que no esperaba era que intentaran atacarle con una distancia no tan larga del palacio. Pero ese no sería un problema pues se había dedicado a reflexionar seriamente sobre todo lo que le concierne a este primer paso en su plan para llegar a la provincia pues no sería indiferente a cualquier variable en lo que respecta a la conservación de su vida y la posible pérdida de vidas que dependían de su liderazgo.

Según un libro de guerra que había podido leer su yo del futuro lo más importante para una buena estrategia era considerar cinco factores, y hacer las comparaciones entre diversas condiciones de los bandos rivales, con vistas a determinar todos los posibles resultados de la batalla. El primero de estos factores es la doctrina que en su caso le sería de mucha ayuda ya que con este factor se busca un equilibrio entre aquello que hace que el pueblo esté en armonía con su desarrollo, así como en la confianza que tienen en su gobernante, de modo que le siga donde sea, sin temer por sus vidas ni a correr cualquier peligro.

El segundo, el tiempo o mejor dicho el clima relacionándose directamente con todos los factores internos o externos que rodean la compañía como por ejemplo si es de noche o día, si la temperatura va a ser fría o habrá en su mayor parte del recorrido calor, considerando claro el cambio de las estaciones pues estas ayudaran a comprender si los días durante el viaje van a ser despejados o lluviosos.

El siguiente factor que debió considerar es el terreno; y eso no solamente implicaba las distancias que en su caso desde palacio a la provincia eran alrededor de 1,440.9 km si siguiese los caminos principales, pero con la subida de algunas montañas y algunas desviaciones que pensaba hacer el recorrido sería más largo, también para eso tuvo que analizar diversos mapas que tenían en la biblioteca de palacio más aquellos diseñados por él considerando la dificultad de desplazamiento para los caballos y carrozas,  contemplando los espacios que estaban a campo abierto que podrían ser los más difíciles para los ataques furtivos, mientras que los lugares estrechos por los que pasarían serían un tanto complicados y no les ayudarían en cuestión de los ataques pues con las carrozas no tendría grandes oportunidades de maniobrar, y eso influenciaría en las posibilidades de la supervivencia.

En cuanto al cuarto, el mando dependía en gran medida de él pues es la cuestión relacionada a sus cualidades: sabiduría, sinceridad, benevolencia, coraje y disciplina. dirección. Esas características le ayudarían a tener la capacidad de identificar los posibles escenarios y los anteriores factores pues al ser pragmático en todo tiempo o circunstancia, así como también teniendo sabiduría podría tomar las mejores decisiones más acertada que protegerían a su pueblo.

Teniendo esto en consideración, de los cinco factores el último estaba por completo en su contra pues la disciplina en su provincia era realmente problemática ya que la organización del ejército era un completo caos, según sus investigaciones e informes obtenidos por sus espías los rangos entre los oficiales no fueron dados de la manera justa que su padre tenía y se aprovechaban por completo de los ciudadanos lo que propiciaba que el pueblo apoyara a los rebeldes que buscaban en apariencia justicia para lograr así la regulación de los suministros y las contribuciones forzadas para las provisiones del material militar para el ejército.

Siendo consciente de eso lo primero que hizo luego de salir de palacio fue quitarse las ropas elegantes que su madre le había hecho portar al salir del palacio pues con ellas estaría poniéndose una gran diana en la espalda, sabía que si ella se enteraba de lo que había hecho con la ropa se encontraría en un gran problema, pero ese no era el problema en el que se debía centrar por el momento.

“¡BUSQUEN AL HIJO DEL SULTÁN!” Escucho nuevamente los gritos de los hombres que para su desconcierto tenían los rostros cubiertos.

Intentando confundir a los hombres Orhan dijo “¡Protejan al príncipe!”