Dear Agatha

73 6 0
                                    


Agatha, era una mujer preciosa. Siempre pasaba por las calles buscando vagabundos para llevarles comida. Un día iba caminando por las calles comó un día cualquiera, se topó con una tienda o puesto con letras puestas. "Enola Holmes Detective". Dudó si tomarlo en cuenta, pues solo era un puesto. Pero no se aguantó y entró. 

"Buenos días. Enola ¿cierto?" Enola asintió. "¿Eres buena resolviendo casos?" "Si, o bueno. Eso creo yo...se jiu jitsu y pue-" Agatha interrumpió "Oh, artes marciales. Yo también se artes marciales, o bueno... karate, es algo distinto pero-" Enola no tardó en hacer lo mismo. "Bueno, ¿y para que vienes, o estás aquí?" "Digamos que vine a ayudarte" "¿Ayudarme? Mmm, no necesito ayuda. No te conozco, y con William me basta."

"Bueno, está bien. Pero tomalo en cuenta porque sería muy importante y- ..., olvidalo." Al cerrar la puerta sonó una campanilla como esas que suenan al cerrar una tienda vieja, muy comúnes.

Llegué a mi mansion (Mejor preferible casa, ya que no suena tan presumido. En fin, no soy así), no había nadie. Mis padres no estaban, pero habían dos cartas debajo de mi puerta, habían pasado algunas horas luego de ir a el puesto o tienda de Enola. 

Querida Agatha: Somos tus padres, si lees esto es porque probablemente ya estamos muertos. Pero tranquila, ya estamos en un espacio mucho mejor para nosotros, sin sufrimiento y sin... comó decirlo, sin, sin...olvidaló. Te queremos muchisimo, nunca lo olvides. Estaremos arriba para lo que necesites y siempre estaremos detrás de ti.

"¿Qué?" Esto era demasiado aleatorio, no eran mis padres. Al final de la carta había una estrella de color rojo, pero...¿Rojo?, Seguro no era para mi. O espera...¿Yo era la unica Agatha por aquí no?

Una lagrimita calló de mi ojo derecho, que espeficifico jaja. Creo que no es buen momento para reír. Subí las escaleras, fuí a la habitacíon de papá y...Ambos estaban acostados llenos de sangre y claro, muertos. Tenían enterradas unas de esas cosas para tejer, era como un palillo. No recuerdo el nombre.  

Corrí. Corrí lejos de mi casa, pero no se me había ocurrido algo. Un nombre pasaba por mi mente, E-En...¿Enola?, ¡Enola! Eso era, debía recurrir en dondé ella. Ella debía saber que hacer.

La campanilla sonó, la puerta se abrió y Enola vió. 

"Enola, ¿que tal? Sabes... necesito de tú ayuda. Mis padres fueron asesinados, y no fue para nada normal, fue con unos palillos para tejer. Enterrados...ya sabes."

"Oh, por dios. Esto suena como un caso más para mi. Llevame hasta tú casa..."

"Claro desconocida." Reí

Al llegar a casa, un chico bajo. Pelo castaño estaba a fueras de mi casa. Me preguntaba que quería, ¡¿A caso el era el asesino y me quería matar a mi también?!. Nah, no resultó tan dramatico, recién me había mudado por allá hace bastante poco tiempo y me di cuenta que era mi vecino...Si, mi vecino. Era guapo pero supuse que era de Enola al escucharla decir hola.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Nov 10, 2022 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Stupid CupidWhere stories live. Discover now