MAKE ME 2 [Rafe Cameron]

Vete

Eran las 8h de la tarde.
Dos días habían pasado desde que Rafe y yo no nos habíamos dirigido la palabra.
No me atrevía a hablarle, nose cuando sería un buen momento para hacerlo, nose si el tenía pensando hablarme en algún momento.

Le echaba de menos, eso estaba claro,  le necesitaba y no podía esperar que el me hablase porque sabía perfectamente que no lo iba a hacer.

Era Rafe Cameron, que me esperaba.

Abrí mis chats y me pensé durante unos minutos si escribirle un mensaje. Me contestaría? pasaría de mi?

Pero se me ocurrió una idea mejor que escribirle.

Ir a su casa.
Allí tendría escapatoria y podríamos hablar las cosas tranquilamente de una vez.

Quería explicarle todo, aunque yo creo que estaba ya bastante claro.

Me puse unos vaqueros color azul claro y una camiseta de tirantes negra apretada.
Me hice un recogido con una pinza ya que no tenía el pelo en condiciones.

Hoy hacía buen día, el cielo estaba despejado y eso me ponía de mejor humor.

Cogí la moto y me puse mi casco azul marino.

Me subí y comencé mi camino hacia su casa.
Era obvio que yo no iba con tanta velocidad como él, iba a una velocidad medianamente normal, pero Rafe se pasaba...

Tarde unos 10 minutos en llegar a su casa desde Outer Banks y aparqué en su gran porche que ocupaba más que mi propia casa.

Su coche no estaba aparcado, así que me temí que no estaría en casa en ese momento.
Igualmente me dirigí hacia la puerta y llame al timbre.

Pasaron unos segundos hasta que abrieron la puerta.

Era Ward Cameron.

Al verme se le iluminaron sus ojos azules y me sonrió:
-Hola Valentina, que tal?-

-Hola señor Cameron, bien...- Dije algo tímida.

Afirmó con la cabeza y hubo un pequeño momento incómodo, pero lo corte en cuanto pude:
-Venia buscando a Rafe, pero no he visto su coche así que...- Dije señalando al aparcamiento.

-Efectivamente no esta en estos momento, espérale aquí, no tardará en venir.- Dijo en un suspiro amigable y me hizo paso en la puerta.

No pude negarme así que le di las gracias y fui hacia la cocina para esperarle allí en una de las altas sillas.

Cogí mi móvil y me puse a revisar las redes para matar el tiempo.

-Hey hey.- Una voz desde la puerta me asustó.

Miré y era Sarah sonriéndome.
La sonreí de vuelta y suspiré por el susto.

Se acercó a mi y me dio un achuchón:
-Que haces aquí?-