𝑴𝒚 𝒗𝒊𝒐𝒍𝒊𝒏𝒊𝒔𝒕 | 𝑯𝒖𝒏𝒕𝒆𝒓 𝒙 𝑳𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓𝒂

•3•

•T/n•

—¡T/n! —saludó Willow acercandose a mi con Luz y Gus, estábamos en los pasillos.

—¿Como va chica? Estas más alegre de lo normal —comentó Luz, y no podía negarlo, creo que me divertí un poco con Hunter venciendo a esa bestia salvaje ayer, y que me dijera linda me hizo sentir bien.

—Bueno, es que conocí un chico..

No paso ni un segundo para que las chicas se emocionaran.

—¿Te gusta ese chico? ¿Como se llama? ¿Lo cono—

—Tranquila Luz —la calmo Willow.

—No me gusta, apenas somos amigos —me miraron con una cara de no creerme—, ok.. me parece atractivo —Luz emitió un pequeño gritito de emocion—, solo eso. Se llama Hunter, no lo conocen.

—¿Donde lo conociste? —preguntó Gus.

—Yo.. —les iba a explicar cuando sentí que me tocaron el hombro, en cuanto me volteé mi expresión se torno completamente seria—, Edric.

—¿Podemos hablar T/n, porfavor? —pidió amablemente y no me pude negar, le dije a los chicos que luego hablábamos y siguieron su camino.

—¿Necesitas algo Edric? —pregunté algo seca.

—Se que terminamos de mala manera, pero no es tu culpa T/n, yo.. —hizo una pausa—, ya no sentía lo mismo, perdón.

Relaje mi semblante para responder.

—No te disculpes, esta bien —musité.

—¿Crees que podríamos ser amigos? —lo observe atentamente, en verdad quería que lo fuéramos.

—Esta bien —acepté—, supongo que podemos serlo.

Me miró con una sonrisa de boca cerrada, justamente el timbre para entrar a clases sonó y tuve que ir a la clase de música y él a la de ilusiones, luego tendríamos clase juntos de pociones.

•Hunter•

Me desperté algo agitado, sabía que era algo tarde porque ayer me había dormido a sabrá el Titan que horas ayudando a esa chica, esa violinista.

Dejo una nota en mi escritorio, decía: Gracias por ayudarme con mi tarea Guardia Dorado, lo que falte yo lo termino. Y un corazón dibujado a un lado, sonreí inconscientemente al verlo.

Sacudí mi cabeza de lado a lado intentando quitar ese sentimiento tan raro. Me senté en mi silla y empecé a garabatear sin sentido en una hoja que estaba ahí, cuando me di cuenta, estaba dibujando a la niña Whispers.

—Agh, maldita princesita —susurré para mi mismo, me sobresalté al escuchar que tocaron la puerta de repente—, ¡ya voy!

Me levante de mala gana a abrir la puerta, Darius, el líder del aquelarre de abominables estaba frente a mí.

—¿De que "princesita" estamos hablando? —pregunto de manera burlona.

—No es de su incumbencia —contesté, volteando la hoja con el dibujo de T/n—, ¿que necesita?