Cancha de campeonato

20 Dios líbrame de estos malos pensamientos

El entrenamiento de esta semana es en la tarde por lo que me da más tiempo de hacer cosas.

Al llegar solo está Damaris sentada en el pasto, creo que llegue muy temprano. 

No me siento muy cómoda al estar sola con ella, no después de todo lo que se ahora pero no puedo ser grosera.

—Hola —la saludo.

—Hola Andrea —me siento a su lado —que bueno que llegaste temprano porque quiero hablar contigo.

—¿Sobre qué?

—Sobre Seth —sabía que iba a tocar el tema.

—¿Qué pasa con él?

—Es lo que te quería preguntar ¿Qué pasa entre tú y él? —frunzo el ceño ante la pregunta.

—Es un buen amigo.

—No puedes ser su amiga —ordena.

—Entiendo que a ti, a Dimitri no les agrade pero no por ello dejaré de hablarle.

—Se que pasa algo más, me dijeron que estuvieron juntos en la fiesta de Raven muy juntos y mira yo estuve con él y puedo asegurarte que sólo te va a lastimar.

—Damaris te aprecio, me agradas y somos parte de algo muy lindo pero no quiero tener problemas contigo por esto, yo no haré a un lado a Seth.

—Te lo advertí pero está bien, no volveré a molestarte sobre eso —sonríe forzosamente.

Las demás van llegando y por último Dimitri, nos tiene un aviso importante por lo que nos reunimos en círculo. 

—El primer campeonato será en enero por lo que tenemos mes y medio para preparar nuestra rutina —Dimitri empieza a explicar —Debe durar ciento treinta segundos, no más no menos. Estamos en segunda clasificación por lo que tenemos prohibido hacer mortales, liberty cuando la flyer esta en la cima, entre otras cosas.

—Competimos contra siete preparatorias más, obviamente entre ellos los estúpido halcones por lo que debemos si o si ganar —ahora habla Damaris.

El entrenamiento se basa en ver para que somos buenas, si podemos hacer gimnasia o flexibilidad.

Por supuesto que yo no sirvo para nada pero Dimitri es tan amable que no me dice nada.

Ahora estoy tratando de dar una vuelta de carro.

No debe ser difícil ¿verdad?

¿VERDAD?

—Hazlo sin miedo —Damaris llega hasta donde yo estoy.

—No puedo.

—Si puedes, hazlo o te toca hacer 10 burpies.

Doy un largo suspiro, me acomodo para hacerlo y le pido a Dios, al universo o a quien me escuche que no me rompa algo.

Hago mi mayor intento, lo juro.

—Ha sido lo peor que he visto —me regaña —. Mejor intenta hacer arco con tu cuerpo.

Me acuesto en el pasto y hago la posición de arco, creo que me está saliendo bien.

—No Andrea así te vas a lastimar el cuello, estás poniendo todo tu peso en tu cabeza y te lastimarás.

Va a ser un entrenamiento muy largo.

(...)

Estoy en mi habitación tratando de hacer un split de pie que es básicamente poner mi pie a la altura de mi cabeza pero no lo logró.