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EL PRIMERO DE SEPTIEMBRE FINALMENTE HABÍA LLEGADO, lo que significaba que sería el primer año de Lyra Malfoy en Hogwarts. Sus padres y su hermano le habían contado todo sobre la escuela de magia en Escocia y no podía esperar.
Esperaba estar en Slytherin como el resto de su familia. Era lo que su padre le dijo que pensara antes de abordar el tren con su hermano, quien ya vestía su túnica verde y plateada de Slytherin. Lyra lo siguió hasta el compartimento donde se sentó frente a dos niños a quienes conocía como sus amigos Vincent y Gregory. "Hola Lyra." ambos a coro. Ella les devolvió el saludo con una sonrisa. Fue difícil para Lyra escuchar lo que Draco estaba diciendo. Era un hablador muy rápido para empezar, y se sentía tan enferma que sabía que vomitaría.
"Necesito un poco de aire fresco." dijo Lyra, nunca le gustó mucho ningún tipo de transporte. Trenes, trasladores, lo que sea y ella vomitaba en ellos, la hacían sentir mareada y con náuseas.
"¿No tomaste la poción?" preguntó Draco, sonando preocupado.
"Sí, pero creo que no funcionó."
"Podría ir contigo." sugirió, pero Lyra negó con la cabeza.
"No hay necesidad de eso, de lo contrario, inmediatamente pensarán en mí como un bebé que no puede ir a ninguna parte sin su hermano mayor." Había sido así toda su vida. La trataban como a la niña que era para todos la hermana de Draco o la hija de Lucius y Narcissa. Nadie intentó siquiera tomarla en serio.
Draco se encogió de hombros. "Es justo, pero no te pierdas."
"No lo haré." ella respondió mientras se ponía de pie. Después de salir del compartimento, le empezó a doler la cabeza. Sintió como si estuviera dando vueltas e incluso pensó que vio un auto muggle volador en el aire.
Finalmente encontró la puerta del baño. Se abrió y salió una chica de su edad con pecas por todas partes y cabello rojo fuego. Lyra la empujó fuera del camino e inmediatamente vomitó. "¿Puedo traerte alguna medicina?" preguntó la chica que todavía estaba allí. "Mi hermano definitivamente tiene una."
Lyra usó papel higiénico para limpiarse la boca. "¿Tiene frutas añadidas?" le preguntó a la chica. Esos fueron los que le regalaron sus padres. Ayudaron a veces, pero no esta vez. La chica negó con la cabeza.
"Bueno, eso será agradable."
"¿Esto sucede a menudo?" preguntó la chica mientras Lyra la seguía hasta;un compartimiento.
