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Narra Raymond

Caminamos hasta los soldados quienes se ponen en postura al vernos llegar, Alejandro es uno de los que están al frente del escuadrón de seis soldados, suelto brevemente su cintura para acomodar mi reloj, regreso mi agarre bajando un poco más mi mano casi rosando su trasero.

Maldita sea estoy obsesionado con cada parte de ella.

— Muy bien señores, el principal objetivo es lo siguiente — habla Jade a los hombres - el señor Ayala debe ser escoltado 24/7, durante los eventos debemos triplicar la seguridad, no podemos dejar que ningún fanático llegué a colarse y pueda agredir a Raymond.

—Tenemos en claro el objetivo señorita — habla Sergio, el jefe del escuadrón — la seguridad del señor Ayala y su equipo será prioridad.

—Hablando de eso — interrumpo al ver el momento perfecto - quiero mayor seguridad en los eventos tanto para mí, como mi mujer - miro a Sergio el cual asiente al mismo tiempo que el resto de los soldados excepto de uno que mira a un lado x.

—Por supuesto señor, la señorita Gómez será nuestra prioridad cuando usted no esté presente— responde de inmediato ante mi petición.

—Mi familia siempre será prioridad, actualmente solo estamos hablando de mi mujer, puede que en unos años también estemos hablando de nuestros hijos —  disimulo el brinco de sorpresa al sentir un pequeño pellizco en la espalda.

—Entendemos señor, valdrá la pena nuestro contrato de cinco años con usted y su familia.

—¿No les notificaron? —pregunta Jade  al hombre — son diez años de contrato — muerde su labio.

—Lo siento, no nos informaron — sonrie—

- No se preocupen, amor es hora de irnos los chicos nos esperan - saco mi móvil mostrando los mensajes de Pina.

- Sigan mi auto - ordeno de inmediato, caminamos hasta el auto, me adelanto abriendo la puerta del copiloto dejando que entre al auto cierra la puerta yendo al lado del piloto.

- ¿Hijos? - dice en shock cuando enciendo el auto.

- Si _ respondo sin verla - quiero cuatro - la miro coqueto.

- Cuatro madrasos te daré - se rie al ver mi cara de horror.

- Eso déjalo para tu ex - me río conduciendo fuera del parking del choli.

— Su rostro era una mezcla de muchos sentimientos — habla abrochando el cinturón de seguridad.

— Es normal en idiotas que pierden algo valioso — miró por el retrovisor viendo a las dos camionetas seguirnos — no es normal ver a tu ex esposa con alguien más luego de firmar un divorcio — digo haciendo énfasis a la palabra "divorcio".

— ¿Crees que será incómodo trabajar estando él presente? — pregunta curiosa haciendo que pase por mi mente miles de cosas que quiero hacer con él presente, burlarme en su cara.

— Tenemos un trato — me observa conducir — hagamos que observé todo lo que perdió por imbécil, demuestra que no solo cambiaste tu manera de vestir, si no de actuar — hago pequeños ademanes viendo la por cortos tiempos.

— ¿Estás diciendo que me porte como una perra? — pregunta divertida.

— No quería que sonara vulgar — me río haciendo que ella también lo haga.

— ¿Qué engloba comportarme como una perra según tú? — hago un gesto de pensativo frenando en un coche ante la luz roja del semáforo.

— Puedes demostrarme que tan buena esposa eres, así puedo presumir tus virtudes frente a todos — miro el anillo que está en mi dedo corazón — quiero que pierdas el miedo de echar a perder esto, quiero que hagas pensar que así de fácil fue olvidarlo — trato de sonar lo más convincente.

La dueña de mis sueños Donde viven las historias. Descúbrelo ahora