Gracias A Una Poción

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La brisa fría chocaba con su rostro suavemente mientras su cabello se revolvía en el viento. Esas eran unas de las cosas que más le gustaban al volar; amaba la sensación de ser. . . libre.

Sonaba cliché, era cliché. Pero esa era la forma más resumida de poder expresar lo bien que se sentía al volar. Eso era magnífico, increíble, irreal. . . era simplemente perfecto. Adoraba el poder ver todo desde donde estaba; nada se le pasaba por alto.

Y cuando decia nada, era nada. 

Ni una sola Quaffle llegaba más allá de donde el estaba. Cada uno de los tiros e intentos de meter aquella pelota dentro de los aros era inutil, el lograba bloquear cada uno de ellos.

Tenía que agradecerle a Harry. . . sin esa pocion probablemente estaría perdido.

Sabía que su logro en ese momento era gracias a la Felix Felicis antes vertida dentro de su vaso en el Gran Comedor, pero eso no le quito la energia de continuar. Siempre había querido estar dentro del equipo. . . .

Y pronto lo estaría.

Solo debía ganarle a McLaggen, solo eso hacía falta. Pero no quería ganarle solo por ser el mejor amigo del capitán, no. Quería que todos vieran que era increible, que importaba y sería bueno tenerlo en el equipo. . . quería que supieran que si valía la pena. 

—¡Vamos Ron! — pudo escuchar como Hermione le gritaba a lo lejos, desde las gradas del campo de Quidditch. Harry se miraba atento a todo lo que pasaba, miraba cada movimiento y, como si no supiera que era gracias a una pocion, incluso parecía que lo miraba orgulloso.

Pero nada de eso valió tanto la pena como ver a McLaggen viendolo con un odio que jamás había recibido de nadie más.

Tal vez si tenía oportunidad de ganar esa vez. . . .

Las gradas estaban algo llenas; se escuchaban algunos gritos que, a pesar de la distancia, se escuchaban con tanta emoción; algunos chicos de Gryffindor, que pudo reconocer como Dean y Seamus, gritaban para que él siguiera como estaba.

Él no era un tramposo, nunca se logró acostumbrar a hacer trampa cuando se trataba de algo que sí le importaba. Claro, estaban esos casos en los que debía copiar en exámenes, hojas de trabajo o algunos ensayos. . . aunque Hermione había dejado de darle copia hace unas semanas.

Saber que estaba logrando eso gracias a una poción estaba casi deprimiéndolo, pero no paró. En cuanto escuchó a Harry gritar que intentarían una última cosa para saber qué tal eran todos, no pudo evitar ponerse nervioso.

Ahora solo debía competir directamente con McLaggen y con otra chica que también era muy buena.

Solo esperaba que la poción no se acabara. . . aunque si no estaba mal, esa poción duraba doce horas para terminar el efecto. . . . Usaría eso a su favor.

Algunos integrantes del equipo ayudaron para lanzar las Quaffles lo más fuerte que podían para intentar meter alguna en los aros. Algunos incluso usaron algunas técnicas para hacerlo más complicado. . . tuvieron que parar cuando Harry los vio.

Y cuando terminaron, Harry miró detenidamente una libreta que tenía consigo.

Ron cruzaba los dedos para poder entrar al equipo, tenía que entrar. . . si McLaggen le ganaba sería su ruina. Incluso prefería que esa chica le ganara, después de todo, ella siempre había sido buena en eso, pero McLaggen incluso parecía que lo hacía para molestarlo.

—Muy bien chicos. . . — Harry empezó a hablar y los tres Gryffindors esperaban alguna respuesta rápida; por alguna razón, su amigo tardaba demasiado en elegir.

¿Sería que no había ganado?

¿Harry no lo había querido escoger?

¿Tan mal lo había hecho?

No, no. . . no lo había hecho mal. . .

¿O sí?

De pronto sintió cómo algunas personas se le abalanzaron encima, gritando de emoción; Seamus era uno de ellos.

Pudo ver cómo McLaggen tiraba su escoba al piso y luego la pateaba, y como Madelin, la chica que estaba compitiendo contra él (aunque no estaba muy seguro de su nombre), le aplaudía feliz.

—¿Qué. . .? — Ron no terminó de hablar para cuando Hermione corrió hacia él y le dio un beso en la mejilla.

—¡Ganaste! ¡Ron, ganaste! ¡Eres el nuevo guardián del equipo! — Gritó Hermione emocionada, con sus brazos alrededor de su cuello. —Bueno, eso es por ahora, veremos cómo te va en las prácticas — explicó Harry, pero de igual forma se acercó a felicitarlo.

Otros chicos se acercaron a él para darle sus felicitaciones y otros solo lo miraron mal antes de caminar hacia Cormac e intentar consolarlo.

Pudo ver cómo esa chica Brown lo miraba desde lejos con una sonrisa. . . parecía quererse acercar, pero al final terminó por darse la vuelta. No sin antes darle una pequeña mirada de odio a Hermione, una que él ignoró por completo.

Cuando los demás al fin lo dejaron respirar, Harry sugirió ir al Gran Comedor para calmarse un poco. Y claro que aceptó, moría de hambre.

Al llegar ahí seguía sin creerlo. Había ganado el puesto. Ahora solo debía quedarse así. . . tal vez tendría que practicar más.

—Sabía que lo lograrías, Ron — Harry pasó su brazo sobre los hombros del pelirrojo mientras caminaban hacia sus lugares en la orilla de la mesa.

—Claro que lo sabías. . . pusiste esa poción en mi bebida. . . .

La decepción fue clara en su voz, ¿cómo no iba a serlo? Había ganado haciendo trampa. . . técnicamente no había ganado. . . solo era una farsa.

Harry miró a Hermione con una sonrisa y luego sonrió, buscando algo en su bolsa. Ron, que se encontraba del lado opuesto del pelinegro en la mesa, se levantó un poco para poder ver mejor lo que intentaba buscar su amigo.

Y luego la sacó, la botella de Félix Felicis. . . completamente intacta.

Una sonrisa divertida de su amigo y los ojos llenos de emoción de la castaña a su lado fueron la última prueba de que había ganado.

Todo por cuenta propia.





°°°¡Hola! Si me siguen y quieren entender el porque de esta historia pueden ir a mi perfil a ver <3 ¡Espero que les guste esta nueva historia!°°°

•978 palabras•

•17-03-2024•

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⏰ Last updated: Mar 17 ⏰

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