🌱Capítulo 19| Bienvenida a mi mundo🌱

411 61 12
                                    

🥳Maratón 2/3

✴️POV ANASTASIA✴️

Bajo el voladizo del edificio buscaba insistentemente las gafas de sol en mi bolso, para cubrir mis ojeras. Después de que Christian se fuera, no había pegadoun ojo en toda la puñetera noche.

¡Por Dios, qué mal humor tenía! Para colmo, esa mañana, cuando entré en mi vestidor, lo primero que encontré fue su obra en el cajón de mis bragas. Controlador exasperante, era más que evidente que su entrada a hurtadillas no había sido tan casual como me había querido hacer creer.

La había emprendido con mi amigo a pilas, mi Thor. Hombre cavernícola ¡¿cómo se le había ocurrido decapitarlo?!, y además había dejado una nota:

Conmigo a tu lado, esto no te hará falta más, porque me encargaré a diario de darte todo el placer que necesitas. Tu coño es mío, y sólo mío.

P. D.: También es una advertencia para el vikingo; si se vuelve a acercar a ti, lo que le pasó a tu vibrador será lo mismo que le pasará a él.

Menudo idiota, la noche anterior haciéndose el sobrado respecto a mi encuentro con Brad, y resultaba que ya había hecho sus fechorías con mi consolador. Me exasperaba saber que podía mentirme tan descaradamente sin inmutarse un pelo. Cuando comencé a bajar los escalones de la entrada, miré hacia amboslados de la calle, y Taylor no estaba. Bien, al parecer Christian había entendido mi mensaje. Mi móvil vibró en aquel instante, y vi que era un WhatsApp suyo. DIOS, no quería leerlo, pero tampoco podía ignorarlo como si fuera una adolescente inmadura.

Christian: Hoy es la jornada de puertas abiertas de Phoebe, necesito saber si vendrás. La tengo al lado, preguntándomelo, e insiste en que te llame, pero, como seguramente sigues enojada, no he querido hacerlo, así que, si lo prefieres, puedo buscar una excusa y disculparte.

Marqué su número y lo llamé.

—Pásame con Phoebe. No deseo hablar contigo.

No le permití hablar, ya que sabía perfectamente que oír su intensa voz me turbaría, y en el fondo no me creía tan fuerte como para no sucumbir a él.

—Hola, Ana. Hoy es mi clase de ballet; me prometiste que vendrías, pero mi papá dice que no sabe si podrás.

—Por supuesto que podré; te lo prometí y no te fallaré.

—¿De verdad? Papi, sí, vendrá, me ha dicho que sí -le contó atropelladamente y muy feliz.

—Tengo muchas ganas de ver tu clase, no me la perdería por nada. «Ni siquiera por el desubicado de tu padre te decepcionaría.»- pensé

Oí que Christian le pedía que se calmara y también que le pasara conmigo.

—Mi papá quiere hablar contigo.

—Tengo que colgar, Phoe, debo coger el autobús para ir al trabajo, pero estaré a tiempo para ver tu clase. Te mando un beso. Adiós.

Lamenté colgarle de esa forma a la niña, pues nada tenía que ver con nuestros problemas, pero no quería hablar con él, no lo dejaría que me impusiera nada. Joder, no tendría tiempo de volver a cambiarme; me miré las fachas y lo cierto era que no iba vestida para irme directamente del trabajo a la academia; estaba segura de que todas las madres que llevaban a sus hijas a ese centro de baile eran unas presuntuosas adineradas que vestían de diseñador, así que regresé a mi apartamento y busqué ropa para llevarme y cambiarme antes de salir del trabajo.

* * *

Era casi la hora de salida y me acerqué hasta el despacho de mi superior para informarlo de que me retiraba antes. Me sentía nerviosa; la noche anterior todo se había ido al garete con Christian, pero no pensaba ceder ni un ápice.

¿Tú? - Lo que nunca imaginé《Christian y Ana》Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora