10° One-Shot - Ethan Torchio

349 15 30
                                    

2026

Ya había terminado de hacer la prueba. Tenía el corazón a mil y las manos no las podía tener quietas a menos que se las agarrara su hermana, la cual se encontraba actualmente con ella. Tras bajar la tapa del váter, dejó el test boca abajo en el lavabo y pasó a lavarse las manos, cosa que le costó bastante ya que no se le paraba de escapar el jabón de pastilla que tenía entre las manos. 

Una vez salió del baño, con las manos más o menos bien lavadas para ser honestos, se dirigió hasta su hermana que estaba sentada con las piernas cruzadas encima de la cama que compartía con Ethan. Esta según la vio y se percató que su hermana mayor casi se le salen los ojos de las órbitas, abrió sus brazos haciendo que su hermana fuera corriendo a ellos:

—Sylvie, Sylvie, Sylvie… — dijo Caeli. —¿Por qué te pones tan nerviosa? 

—Puede ser que porque cuando vuelva al baño y sepa ese resultado, a lo mejor cambia mi vida al completo o simplemente se queda como está. — dijo Sylvie mientras se apoyaba sobre el pecho de su hermana mientras está le acariciaba el brazo sutil y tiernamente. 

—¿Tú qué opción prefieres? — su hermana la miró con obviedad. —Syl, no le mires como si no te conociera. Tanto tú como yo sabemos que hay una ligera preferencia por tu parte para que salga negativo ese test.

—Joder Caeli. ¡No estamos hablando de un simple test! ¡Estamos hablando de que cuando le dea la vuelta a ese puto test, o bien no pasa nada o bien durante los próximos nueve meses vaya a tener que llevar un bebé en mi barriga,  además de que los próximos dieciocho años vaya a tener la responsabilidad de cuidar a un puto ser humano adecuadamente!— gritó desesperada. En cuanto se dio cuenta que le había gritado a su hermana pequeña, cosa que no había hecho nunca, repito, nunca, no pudo evitar echarse a llorar. 

No sabía si era por rabia, por estrés, por tristeza, tensión, desesperación, felicidad o por necesidad, pero en cero coma ya se encontraba llorando como una auténtica como una magdalena. Su hermana, sin enfadarse, la abrazó con toda la fuerza del mundo. 

—Dios mío, no me entiendo ni a mí misma. Estoy haciendo un berrinche por algo que en parte es culpa mía…— dijo Sylvie entre sollozos. — Ethan y yo llevamos nueves años saliendo, ya debe de ser hora de dar un paso hacia delante, pero… sin embargo, se conoce que yo no estoy preparada y me da tantísima rabia. 

—Syl, sí que estás preparada, por que lo sé. Lo que te pasa es que tienes miedo… Tienes miedo por cómo reaccione él, ya que tengo la intuición de que no fue buscado… pero te aseguro, que Ethan, según vea el test, no te va a dejar tranquila. Capaz que cancele las próximas giras con el grupo, solo para estar contigo en esto. 

Sylvie se limitó a no contestar. Le era imposible contestar debido a que no daba controlado su respiración del todo. Luego de cinco minutos, gracias a las caricias de su hermana y el pequeño balanceo de esta, consiguió tranquilizarse. 

—Syl, sé que a lo mejor no quieres que te diga esto, pero… pienso que ya es hora de ir a ver ese test. — le dijo su hermana. La mayor de ellas, osea Syl, se enderezó y apoyó sus manos sobre sus rodillas, suspirando profundamente. 

—Está bien. — la mayor se levantó, con cierta lentitud, y fue a hacia la puerta del baño. 

—¿Quieres que te acompañe? — le preguntó Caeli a su hermana antes de que esta atravesara la puerta. 

—No, deja. Quiero ser yo la que me entere primero. Sólo tardo cinco minutos en salir, tranquila. — le contestó Sylvie. Aunque deseaba que su hermana estuviera allí con ella, quería hacerlo sola. Desde siempre, en cualquier prueba, ya sea médica, de estudios o de un simple juego, ella quería ser la primera en saber el resultado. No era por nada en concreto, sino que por manía. 

One-Shots ||Måneskin||Where stories live. Discover now