танец.

32 2 0
                                    


La música resonaba en todos lados. 

 Se encontraban en el Galaxy. Alanna les había invitado a salir una noche ya que su hijo se quedaba con su cuñado... e invitaron a los pollitos nuevos para poder conocerse mejor.

Viktor Volkov se encontraba con un vaso de vodka que tomaba de vez en cuando. Sus ojos azules se posaron en Horacio que estaba hablando amistosamente con Blake, haciendo bromas y riéndose de algunos chistes. Llevaban exactamente una semana en pareja, todavía no les habían dicho a sus amigos que habían decidido dar ese paso y ahora estaban en una relación. Viktor sentía que todo iba a mejor desde que estaba con Horacio, llegando a incluso a comprar una casa cerca de la playa solo porque quería empezar a disfrutar sus días con su pareja y necesitaba enfocarse finalmente en él, en ellos... después de estar tanto tiempo reprimiendo sus sentimientos.

El día anterior a ese, Horacio finalmente se había enterado de la casa. Al principio había creído que era porque el mayor se iba a mudar solo y ya no quería estar conviviendo con él pero cuando Viktor notó que la mente de Horacio estaba trabajando en sabotearse a sí mismo, le confesó que había comprado esa casa para los dos, llevándose una sorpresa cuando el menor se lanzó a sus brazos a besarlo. Ya se habían besado más veces, siempre que podían buscaban una forma de poder unir sus labios nuevamente, ya sea con un "buenos días", "buenas noches" o un "dame un beso, ruso" de parte del menor. Entendían que aquella parte de querer besarse siempre y estar siendo adicto a sus labios de debido a la fase de enamoramiento que Horacio deseaba que no se acabara nunca, porque era el chico más feliz de lo que alguna vez había sido. 

 Volkov volvió a tomar un poco de vodka mientras observaba cómo Horacio empezaba a mover su cabeza al ritmo de la música de fondo y cómo empezaba a moverse lentamente, conectando entonces su mirada con la de él, dedicándole una sonrisa. Iba acercarse a él por instinto pero sintió que alguien se posaba a su lado, interrumpiendo el momento de pareja que quería pasar con su chico. 

 —Hola, Beluga.—Foster murmuró aquel apodo, haciéndole fruncir el ceño.

—Hola.—Saludó aunque sin mirarla. Sus ojos grises seguían clavados en los de su pareja que había empezado a pasar sus manos por su torso, provocándolo. Le guiñó un ojo y Viktor tragó con fuerza. Aún le sorprendía todo lo que el menor podría causarle con solo un par de cosas.

—No lo veo con su vaso de color.—Le siguió diciendo la chica. 

 —¿Vaso de color?

 —Si.—Foster entonces señaló el cartel. 

 Era un cartel que decía que cada color de un vaso representaba si estabas en pareja, soltero o en algo complicado.

Viktor sonrió. No dijo nada, simplemente fue a la barra y pidió dos vasos rosas de vodka, le sirvieron, pagó y fue hacía Horacio que lo había seguido con la mirada, sonriendo al notar aquel vaso rosa. Claramente el menor había notado aquel cartel pero necesitaba ver qué es lo que haría Volkov cuando lo notara, sintiendo su corazón latir con fuerza por la adrenalina y por la felicidad que le daba. Tomó entre sus manos el vaso rosa que le entregaba su pareja y dio un sorbo antes de tomar la mano de este, bailándole mientras reía por lo bajo al ver que las mejillas de Viktor estaban empezando a ponerse rojas. 

 Alanna, Parker y Blake al notar que sus dos jefes y amigos estaban bailando juntos y con aquellos vasos qué significaba que estaban en pareja, no dudaron en armar un alboroto y empezar a aplaudir de felicidad.

Viktor se encontraba avergonzado pero Horacio sonreía hacia sus amigos, antes de volver la vista a su novio, viendo cómo sus ojos grises brillaban al verlo. Se colocó de puntitas al mismo tiempo que Viktor se inclinaba... ambos habían buscado los labios del otro en sincronía encontrándose en un dulce beso que sabía al vodka que tanto le gustaba al ruso. Horacio pasó su mano libre por su cuello mientras sentía que el mayor le tomaba de la cintura en un posesivo agarre. Sintieron el flash, separándose a los pocos segundos, notando como Blake les había sacado una foto. Sus tres amigos cercanos sonreían, Alanna hasta parecía a punto de llorar al presenciar tal acto de amor de sus dos amigos, sabiendo que habían luchado bastante por estar juntos y le hacía feliz que finalmente aceptaran la libertad.

Clark, Nina y Brownie estaban sonriendo. Y Foster estaba con los brazos cruzados en una notoria molestia pero que esa vez Horacio decidió ignorar porque estaba feliz. Sus ojos bicolores volvieron a Viktor, sonriéndole, pensando en lo hermoso que era.

—Mon amour.—Susurró, rozando los labios ajenos.—Je t'aime. 

 —я тебя люблю, любовь моя. (Te amo, mi amor)—Le susurró de vuelta en ruso. Volvieron a darse un pequeño beso, sellando aquel amor que les duraría eternamente. 

volkacio o.s sfwWhere stories live. Discover now