Capítulo: 5

37 10 2
                                    

°

°

One Direction - They don't know about us

°

—Byna despierta ya—. Le hablo por milésima vez.

Todavía se encuentra dormida, yo me encuentro ya lista ya que me levante más temprano, no pude seguir durmiendo, estoy nerviosa, triste son muchas emociones en mi pobre cuerpo.

—No molestes, dejame en paz—. Me responde la gran odiosa.

—Te verás horrible en tu último día de clases —. Mencionó.

—No, mierda debe de ser tarde, ¿por que no me hablaste más temprano? —. Comienza a correr por toda la habitación, busca su bolso y se pierde en el baño.

Lo que no sabe es que todavía es muy temprano, mejor la verdad, quiero que este día sea tranquilo, tanto momentos locos en este lugar, recuerdo que estábamos Daniel y Byna, era una pijamada, eran como la una y seguíamos despiertos, muertos de miedo por la película que veíamos, se me había olvidado cerrar la ventana y entró un murciélago. Me muero de risa al recordar los gritos de esos dos, mi padres tuvieron que entrar y sacar al animal, nos mandaron a dormir por el bullicio que armaron, es uno de muchos de divertidos recuerdos.

El sentimiento de tristeza que estuve intentando mantener alejado, me toma, cuando comienzas amar algo o alguien es muy difícil dejar de hacerlo, aunque actúes como si no te importara, al final terminaras en la soledad sintiendo mal, llorando.

La tristeza no es solo por mi viaje, mi alejamiento con una persona que fue tan importante, fue como mi primer amor, ya han pasado meses, pero todas las noches me formuló la misma pregunta, ¿No fui suficiente? ¿En qué falle? ¿Qué me faltó?

Duele saber que te abriste con esa persona le hablaste de cosas que ni a tu familia le habías dicho, no soy de las personas que le cuenta a cualquiera sus problemas, dudas hasta pensamientos, siempre fui desconfiada con todos, debí seguir siendo así, maldita sea la vez que lo conocí y le entregue mi confianza mi corazón.

—Lista mi vida, vamonos—. Sale disparada del baño hacia abajo.

Comienzo a caminar detrás de ella, pega un salto, me dio un susto en que momento se devolvió.

—¿Qué tienes? ¿estás triste? —. Agarra mi  cara y la sostiene entre sus manos.

—No, no es eso, puaf para nada—. Hablo rápido, frunce el entrecejo.

—No pienses en esto, será para mejor, te lo aseguro, tampoco en ese chico que no se el nombre, pero se, que lo que sea que a pasado entre ustedes, el no te merece —. Habla y me arrastra.

Asiento.

—Cariño, que bueno que ya están despierta—. Argumento extrañada mi madre, no no no. Pongo mi dedo en mi labios, dando enter que no diga nada.

Byna se enojaría conmigo si sabe que la desperté temprano, mamá nos da el desayuno con una enorme sonrisa y nos habla de lo más lindo, se ve feliz, pero se que no lo está, esta actuando.

¿No les a pasado?, tienes un juguete que lo tienes desde que tienes memoria y lo quieres con todo tu corazón, pero un día tus padres te regalón uno nuevo que te deslumbra, guardas el otro con tristeza pero lo tendrás en tus pensamientos de todo lo bonitos momentos que pasaron juntos, lo nuevo da miedo, ¿es mejor quedarte con el juguete viejo o probar otro nuevo y hasta mejor?.

No puedes quedarte con lo mismo para siempre, lo sabes pero lo ignoras, te quedas en la monotonía, deja de hacerlo tonta, hay tantas cosas afuera, tantas personas, tantos lugares, mi corazón se acelera con solo imaginarlo, por eso aunque este triste, se que habrá cosas buenas como malas.

—Aby, ¿como es posible que no se de cuentas que la chica le pone los cuernos? Por favor hay que estar ciego. — Critica mi dulce amiga.

—Te diré lo mismo que me dicen a mi, ya veras cuando de verdad te enamores hasta los pies le vas a besar—. Le cito lo que mi madre y señoras por ahí me han dicho.

El dicho que no se si es verdad, porque no me he enamorado.

—Tal vez le bese otra cosa, pero enamorarse no significa que le dejaras pasar todo, tienes que darte tu lugar como ser humano—. Argumenta Byna, debería ser psicóloga, nah mentira.

—Tienes razón, pero el miedo de perder a esa persona hace que se haga el tonto y ignore todo—. Respondo, tomo un sorbo de mi Coca cola.

—Como me gustaría decirle todo que habrá los ojos de una vez por todas—. Menciona jalandose el pelo.

—Amor, sabes que no puedes hacer nada el no quiere abrir los ojos, tampoco es nuestro asunto—. Hablo.

—Lo sé, pero siento que a mi gustaría que si me estan engañando me lo digan, es horrible. —. Toma asiento a mi lado.

—Byna a ti nunca te han sido infiel—. Le recuerdo.

—Eso no quita que lo puedan ser, el karma existe Aby—. Habla mirando a una esquina, sigo su mirada pero no hay nada.

—Bueno, ya dejando eso de lado, que sientes por todo lo que a pasado—. Pregunto.

—Pues no se como sentirme—. ríe desganada —. Es triste saber que tus propios padres eres un estorbo, que no dudan en querer deshacerte de ti—. Sus ojos están apagados.

Ver tan apagada a Byna es poco frecuente, hace que me preocupe, siempre intente apoyarla cuando sus padres se separaron y sus padres hicieron nuevamente una familia cada quien por su lado.

No diré que la entiendo, la verdad no se que es, tener una familia unida no te hace dejar de sentir un vacío, diría que se necesita a alguien para llenarlo pero no es cierto, tienes aprender a vivir con eso, porque si lo intentas llenar con una persona, nada saldrá bien y terminaras arruinando todo. Saldrás lastimado y lastimaras a otros.
Sabías palabras de las personas mayores.

¿Donde estas?, amor mío.

°

°

°

¿Qué les parece?

Llegaste a miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora