Capítulo 14: Lunático, Colagusano, Canuto y Cornamenta

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   Al pasar los segundos desde su primer beso, los chicos se acomodaron propiamente en un asiento. Sirius llevó a Mayka a su lado, abrazándola desde la espalda, dando pequeños besos en su rostro. Ella tenía tanto que quería saber. Después de todo, habían sido amigos durante los últimos meses ¿Cuándo comenzó él a sentirse así?

   —Sirius, hay algo que quiero saber.

   —Dime.

   Aún no se acostumbraba al su voz tan cercana, rozando su oído a la par que acariciaba su cabello.

   —¿Desde cuándo te sientes así? Y ¿Por qué? Verás, Amelia una vez dijo que yo podría gustarte, pero me pareció muy tonto. Después de todo, la mitad de la escuela está tras de ti, y eso incluye a chicas como a chicos.

   Él sonrió, e inmediatamente miró hacia el techo, reflexivo. Verlo así podría asimilarse a una obra de arte. De hecho, si aprendía a pintar, debía retratar lo que veía en esos momentos.

   —Para ser sincero, no sé cuándo comenzó. Siempre creí que eras asombrosa, desde primer año. Quizás fue ese día en que practicaste sin parar cómo convertir una copa en serpiente, para luego echarla a unas niñas de Slythering.

   Mayka comenzó a reír, recordando el momento exacto al que se refería.

   —Si, lo recuerdo. Pero no fue un día, recuerdo ensayar por meses. Hasta me conseguí unas mordeduras, mira, todavía tengo los colmillos marcados.

   Apartó el brazo izquierdo para levantar la capa de él. En el antebrazo podían verse dos puntos blancos perfectamente marcados. Sirius, al ver la cicatriz se echó a reír a carcajadas.

   —Madre mía, quién diría que saliste más lastimada tú qué aquellas niñas.

   —Pero sabes, el esfuerzo me llevó a sentir más satisfacción al ver cómo las acosaba el animal.

   —Me gusta eso de ti, sabes. Hay algunas cosas en las que eres brillante, pero aquellas en las que no eres tan buena... Pues, no te rindes. Como en las pruebas de Quidditch. Rara vez ponen a mujeres como golpeadoras, pero tú practicaste hasta lograrlo.

   —Debía demostrar a los tontos del capitán y su mejor amigo que era capaz.

   —Y vaya que lo hiciste.

   Mayka notó cómo el chico la observaba con ojos que parecían relucir, semejantes a dos pequeñas estrellas en la inmensidad de un basto cielo gris.

   —Quizás fue cuando escuché a Walburga, indignada, porque la niña de los Nott fue a vivir con su abuelo traidor de la sangre. Nunca dijo cómo lo lograste exactamente, solo que tuviste magia accidental en contra de ellos, pero me pareció admirable.

   —Oh si, tengo que contarte sobre eso algún día —comenzó a reír nuevamente —. Fue algo memorable.

   —Espero con ansias a que me lo cuentes.

   —Bien, continúa.

   —Claro, mi señora —levantó su mano y la besó como quien sigue una orden.

   —Tonto.

   Al decir eso, observó cómo él se acercó poco a poco, hasta sellar su boca en un nuevo beso. Sintió sus labios humedecerse con el suave toque de los de Sirius. Luego se alejó.

   —Creo que nunca voy a cansarme de esto —dijo Mayka, casi suspirando.

   El la observaba fijo a los ojos con una leve sonrisa asomando entre sus labios.

   —Eres preciosa Mayka Nott ¿Te lo he dicho antes?

   —Me temo que no —respondió con travesura.

¡Reencarnada en Hogwarts! Cambiando el destino |𝑆. 𝐵𝑙𝑎𝑐𝑘★| COMPLETAWhere stories live. Discover now