Reina Eterna ( Traducción )

Flores

Incluir la nueva rutina de poner la información detrás de su trabajo en las tabletas no fue mucho problema, además de la preocupación habitual de no ser capaz de explicar todo con los detalles que sabía inconscientemente. Incluso con la nueva terminología que tenía a mano, su conciencia de lo mucho que la humanidad nunca había explorado, o al menos no recordaba haber explorado, se hizo aún más cruda para ella a través de las palabras que no pudo adquirir, cada agujero requiriendo otro ajuste a sus estimaciones y capacidad para ser concisa.

Todo el equipo que solía estar en el laboratorio había sido retirado después de que ella (en retrospectiva, bastante intencionada) admitiera que, de hecho, podía alterar su funcionalidad en un grado desconocido. El hecho de que en realidad no había pensado en hacer eso probablemente no cambiaba el hecho de que el equipo probablemente había sido destruido como todos los otros pequeños proyectos en los que había trabajado.

El Emperador a veces le hablaba mientras ella estaba trabajando en sus asignaciones, ralentizando su trabajo lo suficiente como para explicar cada uno de los procesos paralelos que estaba tejiendo para hacer que todo funcionara e incluso ocasionalmente por qué. Había comenzado con la aclaración de los cambios que sus fórmulas inducían en sus guerreros del trueno, y luego un poco en sus diseños teóricos más complicados, y luego había pasado de alguna manera a casi cualquier cosa que involucrara el tejido genético.

Él había demostrado ser inteligente y atento, asegurándose de que podía seguir cada paso de su trabajo, aunque no la magnitud de los detalles de sus procesos de pensamiento, tanto conscientes como de otro tipo, analizando innumerables teorías con ella que a menudo se extendían durante horas cuando él obviamente pretendía ella para volver a sus habitaciones. Incluso logró atraparlo bajando la guardia un par de veces, permitiendo inconscientemente que se filtrara algo de su interés genuino y rastros de entusiasmo, aunque pensó que cualquier otra persona se lo habría perdido por el control de sí mismo que trató de tener. tiempos a su alrededor.

... No es que tuviera espacio para hablar con lo estrictamente controlada que reinaba en sus propias emociones y aura psíquica en todo momento para evitar cualquier... malentendido. Probablemente nunca había tenido a alguien cerca que estuviera tan en sintonía con la disformidad y su naturaleza como él lo estaba antes, o cualquier tipo de coincidencia con sus habilidades en general, por lo que no estaba acostumbrado a esconderse por completo de alguien que estaba capaz de ver a través de su aura psíquica al hombre real debajo como ella podría. Isha dudaba que incluso su asesor Malcador viera a través de más de una fracción de la fachada que el guardián de la humanidad usaba a su alrededor como ropa, un hábito que probablemente no había ayudado mucho a su capacidad de relacionarse con el resto de su gente.

Lo único que realmente podía considerar un poco incómodo sobre el estado actual de las cosas era la presencia del sigilita en algunas de estas reuniones más que antes. No era que el hombre fuera una amenaza para ella incluso en este estado, no cuando ella podía invocar discretamente a Root y Wraithbone más rápido de lo que sus reacciones sugerían que podía atacar, sino el hecho de que sus emociones no eran tan fáciles de ocultar de ella como los del Emperador la hicieron un poco más consciente de él en la periferia de sus ojos y mente.

La desconfianza era lo suficientemente obvia como para que ella estuviera casi segura de que en realidad no estaba tratando de hacer más que lo mínimo para ocultarlo, tal vez por decoro o simplemente siguiendo el juicio del Emperador sobre el asunto. No podía estar segura de si era una desconfianza personal hacia ella o hacia su gente en general, pero en cualquier caso, Isha no sintió ninguna necesidad particular de tratar de comunicarse con él cuando no tenían nada de qué hablar. No era como si no pudiera imaginar unas pocas docenas de razones sin pensar en ello, y nada de lo que pudiera decir haría algo más que sus esfuerzos hasta ahora.