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Una risa escapó de mis labios, desviando  mirada del pelinegro, era algo irónico ver como el capitán de la primera división hacía rabietas como si se tratara de un pequeño niño al que le negaran un dulce

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Una risa escapó de mis labios, desviando  mirada del pelinegro, era algo irónico ver como el capitán de la primera división hacía rabietas como si se tratara de un pequeño niño al que le negaran un dulce.

—Podría llevarte con la motocicleta y el uniforme de Toman para que ningún imbécil se te acerque, incluso podría llevar a los dem–... —lo interrumpí.

—No Keisuke —recibi un gruñido como respuesta de su parte, aun así no aparté mi mirada de la suya—. No irás y tampoco llevarás a nadie, podrían causar un disturbio al estar en un distrito diferente y recuerda que no queremos hacer llorar a mamá, además seguiremos viéndonos —Intente sonar convincente, pero sabía como era el carácter de Keisuke, se quedó en silencio unos segundos hasta que decidió responder.

—Pero no estarás en casa, te irás a vivir en otro lugar, además no entiendo como lograste convencer a Mamá para que sea tu cómplice en esto, ¡es indignante! 

—¡Baji Keisuke! —grito nuestra madre.

—Lo siento mamá —Murmuro apenado con la mirada hacia el suelo.

—Tranquilo Kei, solo será hasta que logre terminar mis estudios, y mamá lo acepto porque confía en mí como en las decisiones importantes que estoy tomando, además sabes que conseguir la beca no fue algo sencillo —lo miré con una pequeña sonrisa en el rostro, haber logrado ingresar a una de las mejores escuelas en Roppongi no había sido muy sencillo, fue completamente agotador así que cuando me avisaron que la beca había sido aceptada no dude en decírselo a mamá, pero, por otra parte, estaban ellos, Mamá y Keisuke, sobre todo Kei, siempre estábamos juntos, pero ahora iba a ser diferente, ya que que él, la noticia le había caído cono un balde de agua fría a comparación de nuestra madre, Ryoko, quién había sido la primera persona en enterarse, fue la primera en mostrar su apoyo cuando le comenté que quería solicitar la beca a Roppongi e incluso me había ayudado a conseguir un lugar en el cual poder quedarme y así que el camino a la escuela sea mucho más sencillo.

Amaba Shibuya, pero sabía que tenía que estar cerca al centro de estudios en caso de que algo sucediera. Los tres estábamos reunidos en la sala, Baji estaba frente a nosotras y hablaba mientras que nuestra madre se mantenía en silencio hasta que decidió comenzar a hablar. 

—Keisuke, deja en paz a tu hermana, ya es lo suficiente mayor y ya tomó una decisión, deberías felicitarla en lugar de reclamarle —habló mirando al pelinegro.

Kei se mantuvo en silencio hasta que se puso de pie y salió de la casa con la excusa de tomar aire. Supe que le había afectado, siempre habíamos sido unidos, pero pensé que se lo tomaría mejor...

—¿Crees que se haya enojado? —pregunté.

—Solo está asustado de perder a su hermana mayor, siempre fueron muy unidos —se acercó y dejó un beso en mi frente para luego acariciar suavemente mi mejilla— Todo estará bien, no te tienes que preocupar por nosotros —sonrío dándome ánimos.

About Us || Hermanos Haitani [TRILOGÍA #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora