Dos Almas Unidas

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Law empezó a recobrar la conciencia después de un sueño un poco extraño, alguien le estaba llamando desde la lejanía, una voz de una niña, pero no era la de su hermana cómo otras veces había soñado, tampoco era la de su antigua compañera pirata, Baby5, no sabía de quién era pero esa voz le atraía.

Poco a poco se empezó a dar cuenta que no estaba en el mismo sitio, estaba en una cama y al abrir los ojos pudo ver el techo de madera de una casa.

"¿Dónde estaba? ¿Quién le había traído?¿Dónde están sus cosas?"

Se sentó en la cama y miró a su alrededor. Está en una habitación, donde hay un escritorio, un acuario con peces de colores y una chimenea encendida pero no estaba la bolsa que llevaba. Alguien le había encontrado y le ha llevado a esa casa.

Law escuchó la puerta abrirse, se giró para ver quién entraba en la habitación.

Un viejo de unos setenta años, de pelo blanco peinado hacia atrás, cubierto por una visera de sol roja, entró en la habitación donde él estaba, llevando un plato de sopa.

- ¡OH! Por fin estás despierto.

Ese viejo le parecía bastante sospechoso, la ropa que vestía no era para nada de este tiempo una camisa corta y unas bermudas. Podría estar compinchado con Doflamingo, al darse cuenta que no estaba en el barco de la marina podría haber mandado un espía para encontrarle, o tal vez estaba siendo paranoico...

Aún así no debía fiarme, el viejo podría ya haber contactado con la familia Doflamingo y decirles que estaba allí, debía sacarle información.

- Debes tener hambre.

El viejo se acercó a Law y dejó la sopa a un lado de la cama, la verdad es que olía maravilloso y su estómago gruñó de hambre.

En vez de tomar la sopa, Law sacó rápidamente un bisturí que tenía en el bolsillo detrás del pantalón, saltó hacia el viejo, poniéndose detrás de él, atrapando con su brazo izquierdo y apuntando su bisturí la garganta.

- ¿Qué es lo que quieres hacer conmigo viejo? ¿Dónde están mis cosas?

En vez de responderle el anciano hizo un rápido movimiento, golpeando a Law y haciendo que este cállese hacia el suelo.

"Lo he subestimado".

- Podré ser viejo pero tengo el cuerpo de unos veintitantos. Perdiste en el segundo que te pusiste detrás de mí. - dijo el anciano orgulloso de sí mismo.

Law se levantó rápidamente del suelo y lo miró intensamente intentando intimidarlo.

El viejo no se dejó intimidar cogió la cuchara del bol y se la acercó a Law.

- Come, lo necesitas.

Law giró la cabeza negándose a comer a pesar del hambre que tenía, además se veía bastante apetecible, un caldo de ternera o de pollo, pero tenía que mantenerse alerta, seguro que estaba adulterada con algún químico que lo haría dormir.

- ¿No puedes confiar en extraños? ¿Verdad? Mira comeré un poco para que veas que no tiene nada extraño.-El viejo se llevó varias cucharas a la boca .- Ves no lleva nada.

Law cogió rápidamente el cuenco de sopa dejando el bisturí en el suelo pero justo a su lado y empezó a comer, estaba tan rico, sabroso y calentaba todo su cuerpo que empezó a llorar, había pasado por mucho.

-Esta.. tan rico.. Tan.. rico- dijo Law entre sollozos.

El viejo asintió para después moverse hacia un armario de la habitación, lo abrió y cogió la bolsa que había llevado Law.

- Ten esto es tuyo y deberías tener cuidado, lo que hay dentro es muy importante.- dijo entregándolo a Law que ya había terminado con el cuenco de sopa y se sentía mucho mejor.

"¿Algo muy importante?".

Con curiosidad abrió la bolsa y encontró un huevo, no los típicos huevos de weyverns a los que tanto estaba acostumbrado, este era más sofisticado y hermoso, placas negras cubrían la cáscara y vetas azules brillantes las separaban.

- Es un huevo de dragón, no son fáciles de encontrar y muy difícil que se abran, ya que son ellos quien eligen al dueño, no son como los weyverns que se abren en un tiempo estimado. No voy a indagar de cómo lo has conseguido, solo te doy el consejo de que deberías tener cuidado con él. - explicó el viejo.

Law estaba maravillado, Cora-San le había regalado un dragón, ¿por qué?, él no se sentía nada especial, tal vez no se abrirá nunca. Law se quitó el sombrero que llevaba y puso el huevo dentro.

"Por lo menos estará más calentito".

Antes de poder decir gracias al viejo por todo, apareció una rotura en la cáscara del huevo, Law se asustó.

-¿¡Lo he roto!?

El viejo miraba el huevo muy interesado, negó con la cabeza. El huevo empezó a moverse y a brillar con una luz azul, la misma luz que vió Law al descubrir sus nuevas habilidades, se resquebrajó aún más y la cabecita de una criatura apareció gruñendo desesperada por salir de esa prisión, Law puso su gorra con el huevo en el suelo y ayudó a salir a la criatura, quitando el cascarón que estorbaba, la pequeña criatura reptiliana , era de color negro y sus ojos azules como el cielo miraban a Law con admiración.

Law estaba sorprendido y mucho, de repente una sensación de protección le llegó de golpe, quería proteger a ese pequeño dragón a toda costa.

"BLÅTLYS". Una voz infantil le llegó a la mente, miró a la dragoncita y ella gorogojeo, ¿ella le acaba de hablar en su mente?¿Cómo sabía que era hembra?

"BLÅTLYS". Volvió a repetir, gorgojeando un poco.

- Law, Trafalgar Law.

Espero que os haya gustado este capítulo

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Espero que os haya gustado este capítulo. :3

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