Capítulo 08

1.4K 278 246
                                    

—¿Y no me darás ni una pista de mi regalo? —cuestionó Taehyung acercando su rostro lleno de curiosidad hacia mí— Vamos, yo prácticamente te dije todo.

—No te puedo decir, lo mío sí será sorpresa —me atreví a decir tratando de no sonreír demasiado, cosa que me delataba cuando mentía.

—¿Qué será? Un juego de collares, pulseras, amo las pulseras, quizá flores, pendientes, anillos, chocolates, ¿un hermanito para Yeontan?

Si no se me ocurre nada terminaré regalándote un llavero, Tae.

—¿No que no querías nada, Taehyung? —cuestionó burlesco el rubio.

Taehyung le frunció el ceño a su amigo para que no continuara delatándolo.

—Seguirás insistiéndome para que te diga mi nada improvisado y muy bien planificado regalo. Así que lo mejor será que no te acerques a mí por el resto del día.

—De lo contrario estropearé tu sorpresa —Taehyung completó la oración.

De lo contrario sabrás que no hay sorpresa.

—Tengo una idea —llamé su atención— ¿Y si cada uno de nosotros va a comprar ropa con uno de los hermanos? 

La excusa es perfecta para tener espacio y poder comprar el mejor regalo de todos sin que Taehyung se de cuenta. Por favor, soy un genio.

—Vaya, eso suena genial considerando lo terco e insistente que soy cuando me encasillo en algo. ¿Tú con quién quieres ir?

Ji Yeon es mujer, por lo que es detallista y tiene mejor ojo para este tipo de cosas por lo que sería buena opción.

Sin embargo el ebrio Park Jimin, conoce mejor a Taehyung y logrará ayudarme si su estado etílico disminuye.

—Jimin, iré con él.

—Pero yo me llevo al perro —dijo Taehyung de inmediato— no quiero que Jimin y tú lo corrompan y termine en un bar tomando shots de tequila mientras ustedes lloran

—Vamos Tae, eso nunca pasaría bajo mi cuidado. Sé controlarme cuando estoy ebrio —opiné a pesar de saber que el escenario planteado por Tae, no se alejaba demasiado de la realidad.

—Ayer estabas tratando de servirle alcohol a Jimin a través de una tableta digital, Jungkook.

—Demonios y casi lo logra —respondió Jimin— podía ver y escuchar claramente el líquido cayendo cerca de mi copa.

—¿Seguro que quieres ir con él? —interrumpió Ji Yeon— hasta mi hijo de meses tiene mejor autocontrol que este ser al que llamo hermano.

—Estoy seguro, cuido de un perro difícil, podré con Jimin sin problemas.

—¿Me estás comparando con un perro? —dijo señalando al can que levantó su vista de inmediato.

Créeme, Park Jimin, que como lo ve el perro, la ofensa no es hacia ti, sino hacia él al ser comparado con un humano.

[...]

—Nos vemos más tarde, mi vida —habló Taehyung dándome un beso de despedida antes de ir por caminos distintos.

—Sí, mucho más tarde, en muchas horas en las que claramente solo compraré ropa —respondí sonriente.

Tanto Taehyung como Ji Yeon movieron sus manos en señal de despedida, dejándome a solas con el rubio que a duras penas podía mantener bien abiertos sus ojos.

—Entonces... ¿por cuál tienda comenzaremos?

—Obviamente por la de regalos —dijo cruzándose de brazos— hasta un borracho mareado pudo notar tus sucias mentiras. 

Un Mayordomo para Yeontan 2 |ⱽᵏᵒᵒᵏTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon