I N T R O D U C C I Ó N

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Una mujer corría por toda la penthouse rogando por quien la siguiera la perdiera. Cerró los ojos liberando lágrimas. Se había arrepentido de haber deseado no existir toda su vida y corría con toda sus fuerzas.

—— No quiero...No quiero morir... — cerró los ojos llorando — Mis hijas...Mis bebés...no las puedo dejar ahora. — entró a un salón oscuro y decidió esconderse allí, quien la asechaba como un león a su presa entró con un su arma, muy bien afilada, aquella mujer retrocedió al ver quien había entrado paralizada, cerró los ojos y se cubrió la boca para no ser escuchada—

Miró por la ventana y vio un cuerpo caer sobre la estatua de un ángel y olvidando que estaba en peligro liberó un grito espantada al ver como caía. Llevó sus manos a su boca paralizada y se volteó en la oscuridad, vio quien era quien la había apuñalado en un instante. Ahogó un grito, Esa persona la había atrapado y la miró creando una sonrisa con sus labios. Ella ya estaba débil, cansada y su vestido muy hermoso color blanco fue manchado de ese rojo que portaban todos los humanos . Esa persona empujó su hombro y ella cayó al suelo golpeándose muy fuerte la cabeza.

Su vista se nubló y ella cerró los ojos liberando quizás su última lagrima.

𝗚𝘂𝗲𝗿𝗿𝗮𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗻𝗼𝘀 𝘂𝗻𝗶𝗲𝗿𝗼𝗻 / The penthouse war in life Where stories live. Discover now