Capítulo 8

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Siempre finjo una sonrisa, pero contigo es una sonrisa verdadera...

Na Jaemin-

[...]


¿Jaemin?

Él estaba tranquilo, supone estaba entre la vida y la muerte, en un campo lleno de flores coloridas, hablaba tranquilamente con su madre.

A la distancia, porque él lo sabía.

Irse con su madre era morir e irse al lado contrario de ella era elegir vivir y sinceramente no sabía que hacer. O quizás si lo sabia, pero no quería cumplir con sus propios pensamientos, pues al final del día no sabe si son los correctos.

Había hablado con su madre tanto, desde todo lo sucedido desde su muerte y como le afectó parecerse físicamente a ella.

Como creció siendo su viva imágen.

Porque en serio, no soportaba hacerlo, desearía parecerse a Donghyuck como hermanos verdaderos, porque tal vez, y solo tal vez, ese infierno de tantos años no hubiese sucedido, él sería normal, él se sentiría normal y quizás podría llevar una mejor vida, podría ser mejor.

Ella le sonrió y observó llorar, tenía una muralla invisible a su alrededor que le impedía acercarse porque realmente quería dejar de sufrir, pero no quería irse, abandonar a Donghyuck y Jeno, olvidaba todo lo malo con ellos a su lado.

¿No podía tener ambos?

Sobrevivir o morir...

Una decisión difícil.

"Si realmente los amas deberías elegir vivir"

¡Come verga!

No es tan fácil, los ama, en serio que lo hace y mucho, desearía verlos con una sonrisa para siempre, felices, que no sufran, desearía estar a su lado ahora y en mil momentos más, de verdad que amaría poder pasar siempre a su lado.

Pero, aún así, no quería volver a sentirse sucio durante todo el día; ese sentimiento de que no eres puro porque sin importar lo que hagas, unas manos ya tocaron esa parte de tu piel y aunque lo intentes, por mucho que lo intentes esas manos siguen allí, tocando, no importa nada al momento en que ya lo hicieron, aunque se duche incontables veces aún sentía su piel marcada por manos que no eran las suyas, ni las del dueño de su corazón, verse al espejo y solo recordar "eso", no quería, no podía aguantarlo, no de nuevo.

—Entonces mi pequeño Donghyuck tiene pareja...— Habló su madre sonriente como siempre, asintió secando sus lágrimas. Se había sumergido tanto en sus pensamientos que había olvidado seguía con ella.

— Asi es, se llama Mark Lee, tiene 23 años.— Respondió mirando como el sol se iba para dar paso a la noche.

—¿Y Hyuck cuantos años tiene?— Intrigó su madre, Jaemin le explicó que Jeno su pareja tenía 27, Mark 23 y Hyuck 21.

— Parece buen chico.— Opinó su madre.

—Lo es.— Afirmó, bastante seguro de aquello, lo había comprobado.

—¿Y tú?— Cuestionó.

—¿Yo?— preguntó sabiendo de qué hablaba.

—Vamos, Jaemin ambos sabemos qué estás en el camino.

—Lee Jeno.— Suspiró, resignado a la tonta idea de poder mentirle a su madre.

—¿Te trata mal?— Preguntó, intrigada.

—¡No! Claro que no, al contrario, de hecho es todo lo contrario me entiende más que yo mismo a veces..— Se apresuró en explicar.

—¿Entonces? ¿Porque ese suspiró triste?— Indagó.

—No quiero dejarlo, es importante para mí..— Murmuró bastante apenado.

—Pero tampoco quieres volver, no tienes el valor de hacerlo.— Terminó de responderse su madre.

Asintió, dándole la razón.

—Debes volver.— Aconsejo con semblante serio.

—Pense que al ser mi madre, estarías de acuerdo en que este contigo.— Río sarcástico, sintiendo ganas de llorar de nuevo.

—Me encantaría, pero se que a Hyuck también.— Respondió ella.

—Hyuckkie .— Corrigió, con una pequeña sonrisa, la hermosa mujer rodo los ojos.

— Hyuckkie no se perdonaría perderte, y estoy segura ese chico tampoco. Lo malo es malo hasta que tienes lo bueno, cariño, ese chico hará que dejes de sentirte sucio, yo lo sé, solo tienes que darle tiempo hasta que este seguro no vas a morir si te descuida 2 minutos, porque si vuelves, sabes que él se sentirá así, lo conoces mejor que yo ¿no? — Aconsejo indagando, Jaemin miro el cielo.

—"Lo malo es malo hasta que tienes lo bueno..."— Susurro para si mismo pensativo.

—¡Exacto! Hijo, no puedes lamentar toda tu vida algo que no fue tu culpa, digan lo que digan, no lo fue, no lo es y no lo será.— Hizo una pausa. —No puedes ver el futuro si te aferras al pasado como no puedes construir un puente al mañana sin un ayer.— Otra pausa. —Todo se vuelve a un círculo hasta que decidas romperlo, depende de ti, y deberías hacerlo antes de que sea tarde.— Completó, Jaemin sonrió con lágrimas mezcladas en sus ojos, su madre era una mujer inteligente.

Y él un verdadero estúpido, al intentar tomar las riendas por si mismo de algo que no era su responsabilidad, y seguir haciéndolo aún después de la muerte, su madre comenzaba a alejarse de él; caminaba en dirección a lo más iluminado de ese campo, Jaemin la miraba fijamente sin decir nada, se levantó y comenzó a correr en su dirección, sorprendiendo a esa pelinegra que se detuvo recibiendo el fuerte abrazo de su hijo mayor.

—Lo siento mamá..— Susurró apretando aquel abrazó, que no duró más de unos segundos que pudieron haber sido eternos; si no fuera porque Jaemin había tomado una decisión, la mujer sonrió entre lágrimas al ver cómo este corría entre tropezones al lado contrario de donde estaba ella, se perdía entre la niebla oscura de una realidad cruel, pero la que él mismo eligió, veía como corría mientras lágrimas bajaban de sus ojos y se perdían por el suelo que mojaba a su paso, pero no era un mojado permanente porque a los segundos se dejaba de notar, después de todo, Jaemin ya no estaba allí así que ¿qué más daba? Él ya volvía a casa.

Él ya le daba una razón a Haechan para gritar cada vez que abre esa puerta "ya llegué"

Él no lo sabía, pero ya era tarde, muy tarde.

Nadie Puede Ser Tan Feliz... [NoMin][ADAPTACIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora