Capítulo III

851 16 0
                                    


Suena la alarma-

Intento varias veces pararme de la cama, respiro y recuerdo que es por trabajo así que finjo que todo estará bien así me sienta mal, me doy un pequeño baño, me visto con lo primero que encuentro y salgo de casa.

Llego a la estación de tren y compro un té con una torta de vainilla, entro me siento y opto por comer en silencio- no quiero tener contacto con nadie y mucho menos conmigo misma, últimamente he tomado malas decisiones.

Dejé un tanto la música de lado, en otra situación habría optado por una playlist, si bien la música siempre me acompañaba últimamente justo las que NO quería escuchar sonaban y terminaba llorando ¿y este? Sí que no era el lugar, así que estiré los pies, me acomodé y aproveché para dormir un rato ya que las noches seguían siendo nefastas y traía algunas madrugas arrastradas debajo de los ojos.

Se quitó la ropa sin dejarme de mirar, yo estaba en la cama, se puso encima y comenzó a hacer sutiles movimientos, sus pechos se rozaban con mi ropa, esos aquellos impulsos que la desinhibían me volvían loca, sonreí; tomó mi mano con la suya y empezó a hacer una ruta en la que yo solo miraba, primero el cuello y echaba la cabeza para atrás, luego el pecho, abdomen y dejó su mano en su sexo, el calor que emanaba su cuerpo lo sentía en la yema de los dedos, se inclinó un poco y me dio un beso jalando un poco el labio y luego recorrió los míos con la punta de la lengua- venga- me dijo- a lo lejos escuché “Esperamos este viaje haya sido de su agrado ¿viaje?- dije para si- desperté- era un sueño.


Me toqué las mejillas-calientes- la palma de las manos-caliente, y no quería pensar que más estaba caliente pero sí, eso también, ahora volver a soñar con ella me había llevado a tener la curiosidad de saber de ella ¿qué hacía? ¿estaría con alguien? ¿ya sus labios besaron otra boca? ¿ya le dijo a alguien más amor?

Venga va- me dije- me recompuse, recogí mis cosas y salí del tren, bajé aquel primer escalón y sentí una ráfaga de viento que me llevó a cerrar los ojos, y es que a vos << mi huracán>> te llevo hasta en el olor a jazmín.

Me encontré con mis compañeros, llegamos al hotel y mi plan era acostarme a dormir en esa cama inmensa, pero no, mis compañeros al parecer tenían otra idea.

Raul llamó a la puerta y me quería sacar de allí para salir a comer- espera Raúl, voy a cambiarme y salgo- le grité.
Que no tenga que volver por ti, te espero en el lobby- me gritó de vuelva y se fue.

Corrí a buscar qué ponerme, sabía que al demorarme volvería por mí, abro la maleta y encuentro un pantalón de cuero rojo, un suéter delgado negro con media espalda descubierta y unas converse negras con blanco, me recojo el cabello en una coleta alta, hago un pequeño delineado y busco un anillo- no puede ser- se me hizo un hueco en el pecho, era aquel anillo del último viaje.

Después de soltarnos- VANICADonde viven las historias. Descúbrelo ahora