Set fire to the rain - Jujutsu Kaisen

Capítulo 6: Hogar de plantas

✨🍦Advertencia de contenido sobre: depresión y ansiedad, se recomienda discreción🍦

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Nota: En este capítulo tendremos contenido sobre Geto y Haibara <3

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Antes de salir de casa Haibara le habló a Nanami para que pudiera calmarlo.

—¡Qué hago Kento! ¿Qué hago...? ¿Está bien si le llevo flores? ¿Es mucho llegar con flores? Las rosas me gustan y más si son rojas, a él le queda bien el rojo. Pero rosas rojas es muy cliché, y rosas rosas son muy... no lo sé... Para qué pregunto por colores si está claro que no debería llegar con flores...

—Yu... respira por favor te vas a ahogar.

En cuanto Nanami se lo recordó él tomó aire a bocanadas.

—Que bueno que estás más tranquilo. Escucha... debes ser sincero sin importarte si eres o no "intenso"... ¡Está bien si lo eres! Y es mejor que él sepa desde un inicio lo que tú pretendes, para que se aclare a dónde van las cosas.

—¿Y si se asusta?

—Lo dudo mucho. Pero si lo hace entonces dejarás de perder tu tiempo porque quiere decir que lo que tú buscas no es lo mismo que él quiere. Entonces... siendo sincero, ¿quieres llevarle flores?

—Sí... —se sonrojó pero contestó de inmediato— sí quiero. Quiero llevarle flores de todos los tonos.

—¡Entonces... hazlo! ¿Qué más quieres hacer?

—Ammm quiero... quiero... que demos un paseo, alimentemos patitos, quiero tomar su mano. Pero eso ya es demasiado.

—Demasiado sería que quisieras besarlo.

—¡Ay! —hizo una pausa y Nanami se rió— Es que... yo quiero eso también...

—No está mal si lo intentas también. Bueno, sólo diviértete, Yu. Te dejo, suerte.

—Gracias.

Tomó sus cosas tras finalizada la llamada y salió corriendo de su departamento. Pasó por una florería y tuvo que dejar que la dependienta le ayudara pues él no sabía qué flores elegir. Compró un ramo un tanto grande de diversas flores de varios tonos y forrado con papeles de color pastel.

Con ese presente y hecho un manojo de nervios llegó a la puerta del departamento. Revisó varias veces la dirección que le había dado Geto y esperó. Tras unos minutos la puerta se abrió, escondió detrás suyo el ramo. Los nervios se fueron cuando Geto abrió la puerta, su cabello estaba suelto y de inmediato le sonrió.

—Hola...

—Ho-hola...

Sus ojos se habían abierto y sintió auténtica felicidad al verlo. Ninguno de los dos fue consciente de que se veían con ternura. Hasta que el ruido del pasillo los hizo reaccionar. Geto fue el que habló.

—Por favor pasa, se me hizo un poco tarde y aun tengo que cambiarme.

Abrió la puerta y le permitió el paso. Haibara avanzó como si fuera un robot y sin dejar que viera su espalda. Una vez dentro sacó tímidamente el ramo de flores y esperando lo peor se lo entregó.

—Y-yo... me tomé el atrevimiento de traerte esto. Yo lo siento... de verdad lo siento yo no quiero parecer que voy muy rápido y si te incomoda puedes rechazarlas...

Dejó de hablar y volvió a mirarlo las manos de Geto estaban sobre las suyas que aún sostenían el ramo. Lo había tocado con tanta delicadeza que Haibara de inmediato sintió calidez.