Capítulo 23 "No me lo creo ni yo"

45 10 18
                                    

ABRIL

—¿Estás segura de lo que estás diciendo?

—Más que nunca.

—Pues no hay más que hablar. Tú sabrás porque ahora piensas así.

—Mañana nos vemos.

—Hasta mañana. Pero su vida si depende de ti, y lo sabes — y me colgó la llamada.

¿Acabo de hacer lo que creo que he hecho?

Mi vida no puede depender de Jordi y menos si estoy con Darío.
Él tiene que olvidarse de mí y buscarse una novia.

Era temprano para que volviera Darío, así que me subí a la habitación, me puse el pijama y llamé a Martina.

—¿No te ibas a dormir? — fue lo primero que escuché entre muchas risas.

—En la cama estoy, era para avisarte de que el lunes al final voy a tu cafetería con mi amiga. ¿Con quién estás? Se escucha mucho ruido.

—Con Emma y Carla, arreglándonos para ir a una fiesta.

—Que rápido lo habéis arreglado.

—Ya — me dijo entre risas.

—Pasároslo muy bien, y tomaros una por mí.

—Una cada una — escuché entre risas decir a alguien.

—Ya has escuchado a Emma, ¿o ha sido Carla?

—Si no lo sabes tú que estás con ellas, yo menos — no me dijo nada y empezó a reírse —. Martina, ¿estás borracha?

—Un poquito — me contestó entre risas —. No me regañes.

—Tranquila, disfrutad de esta noche.

—Gracias — y me colgó.

Justo la pantalla se me encendió, era Darío.

—Amor, ¿pasa algo? — le dije yo extrañada de que me llamara.

—¿A qué hora tengo que volver?

—A la que tú quieras, ni que tuvieras diecisiete años y estuvieras hablando con tu madre.

—¿Tú qué estás haciendo?

—Me iba a dormir.

—¿Sin mí?

—Estás con tus amigos.

—Tú me importas más que estos cabezones.

—Hace mucho que no os veis. No te preocupes por mí.

—¿Qué has hecho desde que me fui?

—Estar con Martina y hablar por teléfono con Mel.

—Bueno, pues como mucho a las tres estoy en casa. Descansa pequeña, te quiero.

—Y yo a ti — y le colgué.

Bajé a cerrar bien la puerta y me subí a dormir, bueno a intentar dormir.

Ya me había acostumbrado a dormir con Darío, dormir sola cada día me costaba más.

Mi cabeza no paraba de dar vueltas, ¿era lo mejor lo que le había dicho a Mel?

¿Lo mejor?, no sé. ¿Lo que tengo que hacer?, sí.

Finalmente caí en un plácido sueño.

Tras un largo rato escuché un ruido, sería Darío. Así que intenté volverme a dormir. Pero no pude.

—Amor, ¿te he despertado? — me dijo Darío metiéndose en la cama y después me dio un beso.

—Notaba la cama muy grande sin ti. Te he echado mucho de menos — dije girándome hacia él.

Una vida a tu lado (2) ✔️Where stories live. Discover now