Joaquín Roberto Galán de Santoro, viudo hace dos años y padre de un niño rebelde de nueve años. Will Galán de Barone, hijo único del prestigioso abogado Joaquín Galán y de la médica Viviana Berco de Barone. La médica falleció hace dos años de un ata...
- ¡Hola, mi amor! - Lucía recibió a Will con un abrazo.
- Te extrañé. - Dijo el niño aún en brazos de su niñera.
- Hace un día que no nos vemos, Will. - Lucía se rió.
- Will, no puedes huir así. - Joaquín regañó a su hijo, tras llegar a donde estaba con la niñera.
- Lo siento, papá. Es que he visto a Lucía. - El niño dijo.
- Buenas tardes, Lucía. - saludó Joaquín mirando a la mujer. Ella llevaba una blusa de manga larga en amarillo quemado y unos pantalones cortos en negro.
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- ¡Buenas tardes, Joaquín! - Lucía le miró con una leve sonrisa.
- Buenas tardes, soy Patricia Sosa, la mejor amiga de Lucía. - Patricia se presentó después de ver a ambos mirándose el uno al otro.
- Am-am. - Joaquín carraspeó. - Un placer, Patricia, soy Joaquín, el jefe de Lucía. - El abogado intercambió un apretón de manos con la morena.
- Sí, lo sé. - Patricia sonrió.
- Luchy, ¿ven conmigo en la rueda gigante? - preguntó Will.
- Will, Lucía sale a pasear con su amiga. - argumentó Joaquín.
- Está todo bien, Joaquín. ¿Quieres ir ahora? - Preguntó la pelirroja mirando al niño.
- ¡SÍÍÍÍÍ! - El chico gritó, saltando de un lado a otro.
- Entonces, vamos. - Lucía tomó la mano del niño y se dirigió hacia la rueda.
Joaquín se sentó en el banco junto a Patricia, donde minutos antes había estado sentada Lucía. Patricia observó a Lucía en la fila con Will, y Joaquín hizo lo mismo. La morena miró a su lado y vio que el abogado miraba fijamente en dirección a su amiga, no podía ocultar lo mucho que le atraía la pelirroja.
- Lo sé, realmente es muy hermosa. - dijo Pato tras ver que Joaquín ni siquiera pestañeaba.
- ¿Que? - Joaquín fingió no saber de qué hablaba la mujer que tenía al lado.
- Lucía, estoy hablando de Lucía. - Patricia sonrió al ver la cara de sorpresa de Joaquín.
- Y-yo-yo... Sí, realmente es muy hermosa. - dijo Joaquín casi en un susurro. - No sé que me pasa cuando ella está cerca.
- Ahora la sorprendida soy yo, creía que ella sólo te parecía bonita. - Dijo la morena.
- Es mucho más que eso, es hermosa, es inteligente, tiene un don increíble con mi hijo, su sonrisa... - El hombre habló con un tono tonto. - Yo... Creo que estoy confundiendo todo lo que ella hace por mi hijo.
- No lo sé. No creo. - La mujer dijo.
- ¿Por qué piensas eso? - Joaquín se volvió para mirar a la mujer.
