Capítulo 18: Y el premio al mejor actor es para...

67 11 12
                                    

Tres días después

Estalló en carcajadas al ver el video gracioso que Hugo le envió y bajó el volumen al audio de su celular en el momento que se topó con la mirada seria de Ethan quien se encuentra concentrado investigando en la computadora y atando cabos para añadirlos al tablero de sospechosos, no obstante con una distracción como Isy no puede concentrarse.

—Torturadora, si quieres puedes ir a convivir con tus compañeros de trabajo y así me dejas solo para terminar algo.

—Por si lo olvidas, nadie quiere juntarse conmigo por miedo a cometer algún error con la esposa de su jefe. En todo caso, tampoco soporto a otros murmurar haciendo insinuaciones sobre la relación matrimonial que tenemos.

—Sólo ignóralos, en todo caso a ellos qué les importa si fuimos o no de luna de miel, o sí no estamos acaramelados en horario laboral.

—Entonces sí escuchas los rumores.

—Yo no los escucho, Joshua me los comunica—recalca sin apartar la mirada de la pantalla—, puedes irte con tu amiguito... cómo es su nombre—se quedó pensativo por una brevedad de segundos y golpeó con levedad la mesa al recordarlo—, Marlon Ovalle.

—Iría con él, pero pidió un permiso hace un rato porque no se sentía muy bien.

—Entonces, la otra chica que andaba pegada a ustedes...

—Acaso no pones atención en tus trabajadores, ella se cambió de empresa porque queda más cerca de la casa de su hermano quien está enfermo.

Bufó y se puso de pie colocando en la mano de su esposa una tarjeta oscura.—Si quieres puedes irte de compras o haz lo que quieras con ella. No tiene límite alguno.

—No soy el tipo de chica que se va de compras, pero ya que insistes en echarme... espera, tengo que trabajar.

—No seas masoquista, tú equipo de trabajo entregó las muestras y ya pasaron la revisión, por lo tanto puedes irte tranquila una vez finalice la hora del almuerzo. No es un abuso de mi parte como jefe, todo tu equipo tiene el resto del día libre.

Presionó la marcación rápida y el número que apareció fue el de Hugo.—Huguito, nos vamos de paseo—chilló al egresar del lugar de la azotea del edificio.

El reloj marcó las 1 de la tarde, por lo que tomó sus pertenencias y se dirigió a la entrada principal encontrando el auto de Hugo estacionado esperándola.

—¿Ese que viene detrás es Joshua?—indagó una vez puso el auto en marcha.

—Ethan no me deja salir sin seguridad, pero no te preocupes que es como si no estuviera, él vigila con discreción como si fuera una persona más alrededor.

—Y bien, cómo fueron estos días de casada.

—¿Si recuerdas que es falso? Oh mira, detente aquí—chilló al ver su cafetería favorita vacía, pues es una de las más populares.

Al ingresar tomaron uno de los asientos alejados de los ventanales disfrutando de sus pedidos, él con una Frappuccino y ella con un Fresa cream frappuccino.

—Entonces, ¿me dirás que Ethan no llama ni un poco tu atención?

—Por supuesto que no, me gustan tipos que expresen sus sentimientos. El hombre de hojalata y yo no funcionaríamos de verdad.

—¿Por qué crees que sea así?

—Ni idea, nunca habla de sí mismo, ni de su pasado, ni mucho menos de nada en general. Sólo habla cuando es necesario hacerlo o cuando buscarme pelea.

Suspiró agotado.—Este chico se quedará solo toda su vida.

—Y es su mayor deseo—agregó esta.—Terminemos esto, quiero que me ayudes a elegir algunas prendas de vestir... resulta que husmeé y encontré que el chico sabelotodo tiene dos boletos, pero no sé si uno es para mí o no.

Mira lo que me has hecho hacer ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora