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Eras la diosa de la alegría, ser esposa de Apolo era hermoso, porque aunque ya eras feliz solo por ser la diosa de la felicidad, Apolo te daba aún más felicidad.
Lo amabas tanto, no podrías vivir sin él, y él no podía vivir sin ti, al menos eso era lo que pensabas.
Cada día era más raro, la falta de atención, ya no había besos, no te decía cosas lindas, apenas y podían hablar.
Creíste qué tal vez era normal en las parejas, Apolo era tu primer amor, por lo que eras inexperta.
Intentaste, intentaste que el amor entre ustedes no se apagara, pero cada vez te lo ponía más difícil.
"Salimos a pasear Apolo?" fue lo que dijiste felizmente para que tuvieran un rato juntos.
"Ha, si, más tarde, ahora estoy muy ocupado" había dicho distraídamente mientras ni siquiera te miraba, cosa que te dejó aún más decepcionada.
Otro día, estuviste en una reunión/fiesta con otros dioses, Apolo y algunos otros dioses no se encontraban.
Podías ver a las diosas, de un momento a otro llegaste a escuchar algo que te dejó helada:
"Claro que sí, Apolo y yo últimamente hemos tenido encuentros nocturnos" decía coquetamente.
"Que?" Susurró sorprendida Hera, ella te tenía demasiado aprecio, no creía que te pasaría lo mismo que le pasó a ella "reader" susurró mirándote.
Estabas al borde de las lágrimas, eso era muy, MUY malo, saliste corriendo de ahí, desesperadamente corriste y corriste.
Llegaste a un balcón abandonado, se notaba viejo y tenía muchos pájaros, pero eso no te importó, lloraste.
Aunque eras la diosa de la alegría lloraste, desesperadamente, sufriste sola, sola en la luz de la noche, donde nadie te pudo encontrar, durante meses.
Estaban desesperados, eran dioses, por el amor de Zeus!! No podrías haberte ido a algún lugar donde ellos no sepan.
Apolo era el más dolido, donde estabas? Lo abandonaste? Que fue lo que hizo mal?
Que fue lo que hizo mal? Nada
El nunca te engaño y cuando Hera le reclamo eso, se confesó.
El estaba preparando una sorpresa para ti, su aniversario número 2 estaba por llegar, por lo que estuvo muy ocupado y distraído.
Hera le contó que una tal diosa había dicho que él y ella estaban teniendo encuentros nocturnos, que tú lo escuchaste, se desesperó, creíste eso!?, Santo cielo, tal vez por eso estabas desaparecida y él no podía hacer nada.
Lloró, se mantuvo despierto durante muchas noches, hasta que dieron contigo.
El balcón, el balcón al que nadie entraba por que ahí fue uno de los lugares favoritos de Medusa, ahí estabas, al menos tu cuerpo.
Sin vida.
Al ser la diosa de la alegría y felicidad, el tener otros sentimientos era muy fuerte para ti, en especial el de tristeza y decepción.
Tu cuerpo se convirtió en un árbol, se notaba tu forma, una cara que tenía tres huecos, de estos sobresalían plantas como flores y espinas, tu cabello ahora eran enredaderas y tu cuerpo era madera.
Cuando Apolo te vió, de esa forma, lloro desconsoladamente, se notaba en tu ahora "rostro" que estabas sufriendo.
"No, porque?" Se repetía mientras lloraba en tu cuerpo, abrazándote fuertemente.
Apolo no sabía qué hacer, pero de lo que estaba seguro, es que le agradecía a Hera, que fue la que mató astutamente a la diosa que te engañó.
Apolo no fue el mismo desde ese momento, era más egocéntrico, no mostraba tristeza o debilidad, pero cuando entraba a su habitación, aún sentía tu presencia, tu cuerpo, acostado en la cama, mientras le hacías uno de tus tantos peinados con tus suaves manos.
Se sentía tan mal, moriste de tristeza y no estuvo contigo, no se lo perdonaría jamás.
Les dejo esto por aquí, porque hoy tengo pachanga toda la noche.
