¡No me odies! (One Piece; Law-Ace)

Capítulo 5: Kid Strauss

Sentado en la silla frente a la camilla, Law observaba la reacción de su cuerpo ahora que le había vuelto a poner un poco de morfina. Se estabilizaba aunque los antiguos temblores ahora se habían convertido en unos espasmos que se visualizaban sobre todo en los dedos de su mano.

¡17 años! Era solamente un crío. Las palabras de Kid no dejaban de llegar a su mente una y otra vez. ¿Cómo un crío así acababa metido en líos de este calibre? Law no podía hacerse a la idea y más porque había conocido a su padre. Gol D. Roger fue su superior, su instructor cuando él se alistó, por él estaba ahora en el ejército, por él estaba en el equipo de asalto haciendo posibles las misiones imposibles.

Cuanto más lo miraba, más recordaba a Roger. La primera vez que lo vio, creyó ver un parecido a alguien que conocía aunque no identificaba a la persona, pero cuando su amigo le dijo que era el hijo de Roger, todo encajó. Lamentablemente, a ese chico sólo lo vio una vez de pasada.

Flashback

¡Aceptados! A sus veintidós años, casi terminando sus estudios de medicina y tras cuatro años de entrenamiento en el campo militar, por fin tanto a él como a Kid les habían aceptado en el destacamento de élite. Su sueño hecho realidad tras cuatro años esforzándose tanto. Ese día, ambos habían salido a divertirse con unos compañeros de la base para celebrarlo.

Tras su quinta cerveza, tanto él como Kid salieron fuera del local a fumarse un cigarro juntos. Él no solía fumar, pero Kid sí lo hacía y simplemente por acompañarle, decidió ir con él. Sentados en unas escaleras cercanas, fueron conscientes del todoterreno que pasaba cerca del parking por la vía.

Si hubiera sido un coche normal, habría pasado sin más, pero... se detuvo a no mucha distancia de ellos, acercando el coche hacia la acera más cercana para no obstaculizar la circulación. Frente a la sorpresa de ambos, su superior fue quien bajó del vehículo. ¡Ahora ya no era su superior ni su instructor! Les cambiaban de destacamento, pero aun así, ambos sonrieron al verle bajar del vehículo.

— ¿Celebrando vuestro cambio? – preguntó Roger con una gran sonrisa en su rostro mientras daba la vuelta al vehículo para acercarse a ambos. Kid sonrió enseguida.

— Sí, señor.

— Ya me han dicho que os vais a la brigada de élite. Estoy orgulloso de vosotros. Habéis sido de mis mejores alumnos. Ha sido un placer entrenaros.

— Gracias, señor – se irguió rapidamente Kid como pudo pese al alcohol en sus venas. Law se levantó también con cierta rapidez, mareándose un poco en el proceso pero cuadrándose frente a su superior.

— No hace falta tanta formalidad, voy de paisano – dijo sin más para que ambos se dieran cuenta de que, ciertamente, no iba con su uniforme militar. Sólo era un ciudadano más en esos momentos.

Unos segundos fue lo que Law desvió la mirada de su superior al coche. Un crío de unos trece o catorce años estaba sentado en el asiento del copiloto con un teléfono en sus manos mientras otro todavía más pequeño intentaba quitárselo desde el asiento de atrás. Law supuso que eran los hijos de Roger, pero no dio mayor importancia.

— Nos vamos al cine. Día familiar – dijo Roger con una sonrisa al ver que sus dos alumnos se habían quedado mirando al coche.

— Pasadlo bien entonces – susurró Law.

— Ya... no bebáis demasiado, ¿vale? Y no os metáis en líos. Nos vemos mañana en la base.

Fin del flashback