Siempre Tuya

Capítulo 1: Reencuentro

Tras recibir la última carta de Ymir, la joven de larga cabellera rubia y ojos azulados, no pudo recuperar su calma. Constantemente se encontraba pensando en su gran amiga y en el inminente encuentro.

Habían pasado dos años desde su separación. El mundo que conocían ya no era el mismo. Otros compañeros se revelaron como titanes y Eren desató una guerra contra todos los Estados existentes.

No eran tiempos de paz aunque tampoco era diferente a sus días como soldado. Tal vez por ello, sentía tanta nostalgia y seguridad al mismo tiempo. Las cosas habían cambiado pero no tanto realmente.

Aún así había algo que no pudo contarle a su querida amiga y eso la estaba lastimando profundamente. Había un secreto que tal vez podría cambiar todo entre ellas. El sólo pensar en ello le provocaba mucho dolor.

Su mente era un cúmulo de pensamientos irracionales que amenazaban con quebrar su calma. Incluso viviendo en su antiguo hogar, no podía pensar con claridad.

Miró por la ventana, buscando consuelo en el tranquilo paisaje pero éste apenas la consolaba. La granja simplemente no era la misma de antes. El tiempo sin dudas había arrasado con su tranquilidad.

-¿Historia te encuentras bien?-preocupada.
-sí, no te preocupes Mikasa-sonríe.
-pero...-
-sólo estoy un poco nerviosa-
-te traeré te-
-no, yo debería prepararlo...-
-descuida-se pone de pie.
-...-

La bella mujer de cabello azabache caminó rumbo a la cocina para preparar la infusión. Su cabello apenas tocaba sus hombros pero la hacía lucir muy hermosa. Por un instante, Historia se preguntó cómo se vería Ymir con el cabello un poco más largo.

Habían pasado dos años desde la última vez que compartieron una charla en persona. Probablemente muchas cosas habían cambiado. Eso le causaba cierto temor e inseguridad.

-ten-
-gracias, eres muy amable-
-no es nada-
-Mikasa...-
-dime-
-¿cómo crees que estén?-
-bien-
-¿lo crees?-
-sí, son Jean e Ymir, están bien-
-sí, es verdad-
-lo es-
-gracias Mikasa-
-y tú... ¿cómo has estado?-
-bien...-acaricia su vientre.
-¿sí?-
-realmente sí-
-me alegro de que sea así-
-sí...-ríe un poco.
-parece que va a llover-se acerca a la ventana.
-sí, eso parece...-
-bueno, iré a preparar las habitaciones-
-¿habitaciones?-
-claro, una para Jean y otra para Ymir-
-sí, claro... te lo agradezco-sonríe.
-no tienes que agradecerme-
-pero...-preocupada.
-está bien... no tienes que preocuparte por nada...-
-sí...-cabizbaja.
-...-

Mientras la joven de ojos negros se dirigía a las habitaciones, Historia se preguntaba qué tanto podría ocultarse un secreto. No quería ser deshonesta con Ymir, pero... simplemente no podía admitir la realidad.

Las pequeñas gotas de lluvia finalmente comenzaron a caer e Historia sin darse cuenta, cerró sus ojos mientras aún se mecía sobre su silla junto al fuego. Sentía como el viento la acariciaba suavemente, llevándose sus preocupaciones consigo, hasta permitirle quedar dormida.

La mujer de ojos negros, se acercó al pequeño hogar y agregó algunos leños para mantener el calor en la habitación. Miró con ternura a su compañera y la cubrió con una manta.

Así las horas comenzaron a pasar una tras otra hasta que el alba se hizo presente. La muchacha de melena dorada, separó sus párpados lentamente hasta descubrir el sol ante sus iris.

-Mikasa...-
-¿sí?-
-¿eh?-sobresaltada.
-¿estás bien?, me llamaste-
-sí... lo siento... creo que aún sigo dormida-ríe un poco.
-descuida... te preparé la tina-
-oh... no era necesario-
-lo es-sonríe suavemente.
-que bueno-
-¿eh?-
-me refiero a que... últimamente sonríes más...-
-¿sí?-
-sí, lo haces-
-¿está bien que sea así?-
-por supuesto-sonríe.
-ven-
-sí...-
-...-