HANYO NO YASHAHIME Y LOS HIJOS DEL EQUINOCCIO

LA TRAGEDIA DE LA LUZ PARTE 1

Hisui: agh – sobándose el cuello – diablos akemi, casi me rompes el cuello

Akemi: lo siento de verdad amigo – mira a su amigo en culpa – pero era la única manera de sacarte del control de isamu

Después de que su madre y padre se marcharan Akemi y Setsuna tomaron el cuerpo de hisui para volver a casa en pie, el príncipe tomo la decisión de que lo mejor por el momento, era ir en pie para así localizar a su hermana por cualquier cosa.

Hisui: ¿pero tenias que golpearme tan fuerte?

Setsuna: yo también recibí el golpe, así que no hay que quejarse

Hisui: pero el tuyo fue más leve que el mío por ser mujer

Akemi: no importar el nivel de fuerza que les puse, en verdad lamentarlo en haberlos lastimado

Hisui: me debes algo cuando regresemos a casa – cruza de brazos

Akemi: jeje lo prometo – sonríe un poco

Hisui: puedo hacer otra pregunta

Akemi: ¿Qué es?

Hisui: ¿Por qué tú y Setsuna están tan pegados y tomados de las manos?

Akemi y Setsuna miran hacia abajo para ver sus manos entrelazadas una sonrisa genuina se apoderan de sus rasgos

Setsuna: ¿Por qué, hisui?- sonríe divertida - ¿acaso no puedo tomar la mano de mi pareja?

El joven exterminador cae dramáticamente

Hisui: ¡QUE! ¡¿En qué momento ustedes están juntos?! – en shock

Setsuna: desde que estabas inconsciente

En eso ven que una sombra pasa sobre ellos y cuando miran arriba ven al fénix de arata y junto a él estaba moroha, arata le ordena mentalmente a su fénix que descendiera y una vez tocando tierra firme ambos se bajan. Para inquietud y sorpresa del príncipe heredero es que su hermano estaba pálido y muy cansado siendo sostenido por moroha.

Akemi: arata, ¿Qué paso? – lo mira con preocupación

Arata: ah – suspira muy cansado – es una larga historia

Moroha: isamu se interpuso en el camino – explico con voz casi en culpa – estuvimos tan entretenidos en la pelea que una serpiente le mordió a arata para introducir su veneno. Utilice mi energía espiritual para expulsarlo y por eso está así.

Akemi: ¿Qué hizo qué? - enojándose

Arata: pero ya estoy bien – tranquilizando un poco a su hermano

Akemi: no, no lo estas – se da la vuelta para regresar al lugar de donde vinieron

Setsuna: ¿A dónde vas?

Hisui:... - lo mira confundido

Akemi: Cuando vea a ese infeliz le hare pagar caro – dijo con una voz asesina

Hisui: ¿eh? ¿en verdad iras a buscar a isamu?

Setsuna: tu padre nos dijo que volviéramos a casa, estoy segura de que él y tus padres se encargaran de isamu

Akemi: no me importa – siguió caminando – le daré lo que se merece por meterse con mi hermano

Siente el apretón en su muñeca y mira de reojo para ver quien lo detuvo, sin mostrar sorpresa alguna era Setsuna quien lo veía con seriedad

Akemi: suéltame, Setsuna – frio

Setsuna: no, volveremos a casa y buscaremos a tu hermana en el camino. Deja esa tarea a tus padres