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El día del recital lo único que ha ocasionado en mí, es una confusión de sentimientos y me refiero a Jones con una mezcla de Rhee, intensas emocionas que desean controlar mi razón, me niego, doy un paso hacia atrás y vuelvo a caer en el mar de pensamientos. 

Es buen momento de escribir, para poner todo en orden al estilo de Marie Kondo. La superficie de mi journal está con un poco de polvo, han pasado varias semanas que he dejado de escribir y Jhon Max hubiese puesto cara como el emoji de monito con los ojos tapados. Repaso despacio por cada una de los hojas ya escritas, veo que una de mis metas era escribir todos los días, he fallado un poco, pero aún queda tiempo para tacharla. 

Vienna reportándose desde su cuarto a las 15h00 de un domingo soleado y  apetece poco salir a dar una vuelta. Mi cartelera de actividades se encuentra vacía, pero mi mente necesita despejar un poco las nubes. Sé que hace poco escribí que tenía cierto odio sanado hacia Jones, en pocas palabras porque le había perdonado. Ahora se encuentra involucrado en mi pasado presente porque tomé una decisión apresurada en un momento de debilidad, pero los pocos momentos que pasamos me hacen sentir un poco extraña, diferente, feliz  y fuerte. 

Por otro lado Rhee, he llegado a la conclusión que siente algo por mí y yo también siento cosas por él, de esas que te agarra en el estómago, sabes que no es preocupación sino porque estás enamorada, siempre le tengo presente, su voz, su mano junto a la mía, y esos ojos expresivos azules. 

Tengo miedo, solo quiero ser profundamente amada, sé que no se debe comparar a mi amor propio pero sentirse enamorada es tan bonito. Estoy mezclando lo que escribo pero todo suena tan fluido y perfecto en mi cabeza, y ahí yace el error de hacerme una historia que quizá no sucederá. 

Estoy decidida a dejarme llevar por un 50% razón + 50% sentimientos, con un perfecto equilibrio nada debería salir mal. 

Entro a whatsapp, esto debe ser una señal del universo, un mensaje de Glenn Rhee aparece luego del chat fijado con mi madre. 

- Miller, nous sommes sortis.

Suelto una sonrisa, aún este bicho se acordaba de mi francés fallido aquella tarde que leímos Corazón de tinta. Pero, ¿nosotros? Me acerco a la ventana y en el jardín conversan Grimes, De Vries y Jones... No me lo creo, me llevo la mano a la cabeza porque no me lo creo, ¿que hace Jones en nuestro grupo? Me miran, saludan y devuelvo el saludo con una sonrisa. 

Me lleva un rato encontrar que conjunto ponerme, me decido por una falda roja con detalles de flores, una blusa negra y zapatos blancos, no me olvido de mis accesorios. Me observo en el espejo y estoy perfecta. Perfecta, me repito y asiento. 

Cierro la puerta, y es el segundo más largo de mi vida, todos me miran, Jones me lanza un guiño, De Vries y Grimes parecen padres orgullosos, y Rhee extiende su mano. Lo pienso por un momento, tomo su mano, Jones se interpone y nos abraza. 

- Amiguitos, gracias por invitarme Rhee- le mira confundido. 

- Yo no te invité, solo apareciste- me mira. 

Ambos están mirándome, me separo y me uno como tercera llanta en la relación de Grimes y De Vries. 

- Auxilio- susurro. 

-  No hemos invitado a Jones-susurran al unísono. 

Rhee y Jones se acercan, y el aura cambia completamente cuando Vincent  menciona el parque de diversiones, sabe muy bien como eliminar la tensión del grupo. Todos concluimos que es una buena opción para una tarde que pronto se convertirá en noche. Somos cinco y es obvio que uno va a sobrar en los juegos de pareja, porque le barco pirata el asiento, la taza, el rollercoaster es de dos. 

- ¿Podemos ir juntos en los juegos de parejas? - se adelanta y se convierte en un gol a mi corazón. 

Asiento. 

Toma mi mano y ya no soy la misma, siento la canción de Katy Perry-Unconditionally de fondo. Todo ocurre tan rápido, por un momento estamos de bajada en el rollercoaster gritando a todo pulmón, luego estamos dando vueltas en la taza como dos almas que están destinadas a estar juntas, dispara y acierta tres veces ganando el premio, me pregunta cuál deseo y señalo un totoro. Compartimos risas, accidentalmente toca mi mano, no me aparto y entrelaza su meñique con el mío. Mi corazón quiere expresarse pero...

La canción desaparece y aterrizo. 

- Rhee, le avisas a los demás que debo marcharme- me ignora, camina y veo a Jones subirse a un automóvil estacionado a pocos metros. 

Me había olvidado por completo de Jones, me siento un poco culpable y trato de alcanzarlo pero tarde, ya se había marchado. 

Grimes grita mi nombre, pero estoy preocupada por Jones, no tenía buen aspecto. Camino hacia ellos, suelto un suspiro. 

- ¿Estás bien? -Grimes me aparta del grupo. 

- Si, solo que siento que a Jones le va a pasar algo malo- me llevo la mano hacia el pecho y empiezo a transpirar, no lo controlo. 

- Inhala y exhala- parece no funcionarme, Grimes insiste, no suelta mi mano y poco a poco voy recuperándome. 

- Vamos a casa, tomemos la ruta 5 que llega de inmediato a la casa de Vienna- Grimes me ayuda a mantenerme firme. 

- Le va a pasar algo- susurro. 

Todo me es un poco confuso, estoy segura de la desesperación que siento en este momento porque fue lo mismo que sentí con mi hermana, no podría perder a dos personas solo por ignorar lo que sea que es esto. 

Me tranquilizo, a la ruta 5 le tomó alrededor de 10 minutos llegar a mi casa. Me despido de todos con un beso en la mejilla, Rhee toma mi mano y acaricio su mejilla. Las luces de la casa están encendidas, mi madre debe haber llegado de guardia. Busco mi móvil, encuentro el número de Jones, marco pero lleva a buzón, lo intento y de nada sirve. Entro por la puerta de la cocina, mi madre lleva el cabello recogido y al verme me sonríe, pero toda madre reconoce a un hijo afligido. 

- ¿Estás bien?- deja a un lado la cocina y se enfoca en mí. 

- Alguien está en peligro, mamá,le he llamado pero no contesta. 

-Tranquila- suena el teléfono, es Jones, contesto rápidamente. 

- Miller, sé que no debería llamarte pero necesito ayuda, estoy en una especie de avenida, hay un parque, avenida Can...- se queja.- avenida Canton. 

- No te muevas, yo voy por ti. 

- Te acompaño- mi madre toma las llaves y conduce por la Avenida Canton. Decide estacionarse, camino por las afueras de las canchas, veo alguien levantarse cerca de un árbol, corro hacia él y le abrazo. 

- Auch- se queja. 

Me abraza y suspira. 

- Vamos, apóyate en mí, como te puedes meter en tantos líos Jones. 

- ¡Uf! Peor que madre, Miller. 

- Por algo siempre me pides ayuda. 

- Eres la única que siempre está- se detiene y me abraza. 

- Somos amigos, Jones- susurro. 

Me separa y me mira directamente, sus ojos cafeces tienen un brillo, igual al de la noche del recital. 

- No me importa que estés enamorada de Rhee, por que es más que obvio que ambos se gustan, pero yo no me rendiré Miller. Te apoyo y siempre estaré para ti, porque te considero familia. 

Escribo un poco lento pero he estado un poco ocupada, espero les guste :))



QuimeraWhere stories live. Discover now