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Esperaba ansioso, apoyado en una muralla mientras observaba hacia todos lados. Estaba nervioso, y ni siquiera sabía si era buena idea lo que estaba a punto de hacer, pero necesitaba saciar sus dudas y conseguir un poco de paz.

Cuando lo vio salir de un aula, agarró su mochila y comenzó a caminar con rapidez hacia él, tratando de alcanzarlo.

—Rubius.

Lo llamó, logrando que el contrario dejara de caminar. Pero no se giró, siguió dándole la espalda unos segundo más y volvió a caminar.

Entonces estiró el brazo, agarrando la manga de su abrigo.

—¿Qué quieres?— Preguntó Rubius, tieso como una piedra ante la incómoda situación.

—Hablar contigo un momento.

—No.

Y volvió a intentar caminar, pero Luzu no lo soltó.

—Solo quiero saber cómo está.

—Está bien, muy bien— Respondió, llevando su mano hasta la mano de Luzu y quitándola de su brazo —¿Algo más?

—¿No está triste?

—Para nada, está muchísimo más feliz estos días.

—¿Estás seguro?

—¿Cómo no voy a estar seguro?— Preguntó Rubius, volteándose para mirarlo de frente mientras subía el tono de su voz —Soy yo quien estuvo con él cuando te fuiste, yo lo escuché llorar por horas, lo calmé cuando enloquecía porque no sabía el motivo por el cuál lo habías dejado— Tomó una pequeña pausa —Yo he estado con él desde entonces, ¿Y te atreves a cuestionar lo que te estoy diciendo?

Luzu desvió su mirar, sintiéndose avergonzado.

—Créeme cuando te digo que Quackity está mucho mejor, que lo veo sonreír muchísimo más seguido, que se ríe cuando hablamos, que sus ojos vuelven a tener vida y que está recuperando su brillo— Luzu encontró la seria mirada de Rubius puesta en él, con una mueca de desagrado.

—Yo solo quiero lo mejor para él.

—Claro, por eso lo dejaste y lo cambiaste por otro— Negó suavemente —¿Sabes qué? Eres un inmaduro incapaz de ser sincero, te encierras en tu maldita burbuja y te da lo mismo dañar al resto. Si preguntas mi humilde opinión, estoy feliz de que tu relación con Quackity haya terminado porque él merece a alguien que tenga claro lo que desea hacer en la vida, y que no lo ilusione para después desecharlo.

Luzu se sorprendió, y su rostro demostró el enojo que aquellas palabras le hicieron sentir.

—Oye, sé exactamente lo que quiero hacer con mi vida— Contestó —Y tengo mis motivos para haber terminado con él y en este momento no me siento cómodo contándotelos. Pero sí quiero que sepas que no "ilusioné" a Quackity, lo amé con todo mi corazón lo más que pude.

La discusión llamaba la atención de todos los presentes en el pasillo, pero a ninguno de los dos parecía importarle aquello.

—Voy a fingir que te creo— Rubius lo observó de arriba a abajo —Deja de buscarlo, deja de mirarlo, deja de pensar en él. La única manera para que sane por completo todas las heridas que le dejaste es que desaparezcas, así que desaparece de su vida y del mundo.

Y luego de terminar de hablar, Rubius se alejó por el pasillo sin siquiera detenerse a pensar en lo que había dicho.

Luzu se quedó mirándole hasta que desapareció en una esquina, mientras su vista se ponía cada vez más borrosa.

¿Tanto daño había causado?

¿El peso de la mentira lo estaba enterrando en el piso?

Las palabras de Rubius habían calado hasta lo profundo de su alma, no solo por el tono de voz empleado, sino porque mencionó su mayor miedo en ese momento.

So, it's end? [Luckity​]Where stories live. Discover now