¿A quién elegir?

Capítulo 5

Por fin llega el viernes y podré descansar, pero no del trabajo, estos días Jacob me ha traído a casa y he conocido un poco más de cómo es él, en definitiva, le molesta que le diga como señor después de salir de trabajar. Él adora a sus padres como ellos lo adoran, hasta el momento tiene una especialización y espera seguir con otros estudios, le encanta viajar y hacer ejercicio.

«Ese músculo no se hace de la nada»

Me contó de lo feliz que le hace tenerme como colega porque en la empresa hay muchas personas tiranas, cuando él me dijo eso, creí estar en el cielo. Él, diciendo que le alegra conocerme es algo de no creer y más de un papucho como Jacob, músculos definidos, caballero, bondadoso y respetuoso es perfecto este hombre, sin contar sus labios definidos y un poco curvos, sus pestañas largas y crespas hacen que sus ojos resalten demasiado.

«Sí, me encanta y demasiado» pienso, hace mucho no me atraía alguien, pero Jacob hace que las cosas cambien

Hoy viernes Jacob me trae a casa y antes de abrir la puerta para bajarme, me toma del brazo con delicadeza

- Cataleya, espera —lo miro sorprendida y tener su mano en mi brazo es electrizante, su mano es más grande que mi brazo por lo que es gracioso solo tener a mi alrededor solo unos dedos, él se da cuenta y suelta mi brazo con la misma suavidad con la que me tomo. Bellos, tiene bellos en sus manos, aunque son pequeños y monos, es un gorila tierno sin duda, grande, músculo y con bellos monos.

- Dime —respondo

- Bueno —suelto la mano de la puerta y le miro— quisiera saber si ¿tienes algún plan para este fin de semana?

Me toma por sorpresa su pregunta, no esperé que se interesara de mi vida o por lo menos, si quiere salir conmigo o su pregunta por qué es, no hemos salido juntos desde que entró a la empresa.

- Bueno, mañana yo trabajo hasta medio día y el domingo ayudo en una cafetería en la noche si me necesitan, es algo que me ayuda para mis gastos y mis ahorros, espero poder trabajar el domingo y el tiempo que me queda libre lo uso para estudiar y descansar —digo esto muy rápido sin darme cuenta y siento sudar mis axilas. Rayos olvide usar desodorante hoy, me apeno pronto empezará a sentirse el olor

- Puedes repetirme de nuevo, hablaste muy rápido —dice sonriéndome con gracia y yo me sonrojo— tranquila era molestando, bueno no se si te parece que salgamos a almorzar o a cenar mañana solo si te parece —su voz, me derrite siempre esa delicadeza, pero rudeza en el grosor de voz

- Ah, emm yo te aviso si puedo ir a almorzar o a cenar ¿está bien? —él asiente, estoy lista para salir del vehículo cuando recuerdo que no tengo su número

- Pero no tienes mi número

- No tengo tu número —decimos al tiempo y nos reímos pensamos al mismo tiempo

- Ven dame tu celular y yo te doy el mío para que guardemos nuestros números —dice y yo le entrego mi celular y él me entrega el suyo, dejo mi número para que el ponga mi nombre y Jacob hace lo mismo

- Gracias, ahora si te podré escribir —respondo sonriendo y salgo del auto

Cuando estoy entrando la casa veo que mi mamá se despega de las cortinas y Jacob arranca, solo me queda resignarme con mi madre, ella cree que con la compañía diaria de Jacob ya superé a Adrian o que me gusta Jacob, pero eso no es posible así hayan pasado los años no es tan sencillo y más por cada momento vivido con él, aunque intentó cada día de mi vida desde que despierto hasta que me duermo no pensar en él es inevitable, lo que si hace la presencia de Jacob es distraerme y no pienso de nuevo en mi ex.

Además, está obsesionada con verlo por completo, ya que noche tras noche solo lo ve a través de las cortinas. Entro a mi cuarto para dormir y después de tantos días, decido ver el chat archivado de Adrian así que le envió un mensaje.