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Regreso a casa cargada de comida china para recompensar a Esther por el susto de la noche anterior. Las bolsas casi se me caen mientras lucho con las llaves, y el bolso se me engancha en el picaporte. Suelto una maldición y me libero con gestos bruscos. Avanzó hasta la pequeña cocina y tiro todo en la mesa, después cierro los ojos e inhalo aire con fuerza para dejarlo salir con lentitud.

Tengo que dejar de darle vueltas a mi conversación con Christopher o voy a volverme majareta.

Enciendo el móvil para avisar a mis compañeros de piso que les espero con la comida lista. Deben estar al caer. Al salir del gimnasio, me he dedicado a dar vueltas a la manzana rumiando nuestro encuentro y todo lo que ha pasado en las últimas veinticuatro horas. Hasta que me he visto en el callejón sin salida de Rosemary Bonne y me he dado cuenta de que, marchándome así, no he castigado a Christopher, sino a mí misma, porque la incertidumbre sobre mi futuro me está matando. Tengo que hablar con el sobre Matched y dejar las cosas claras. Lo haré, en cuanto llene mi estómago y me desahogue con mis amigos.

Cuando el móvil está encendido, quiero ir al chat grupal de mis compañeros de piso, pero la pantalla me muestra la notificación del mensaje del mismo número desconocido. Lo leo sin acceder a la aplicación para que no me muestre en línea.

+44 074558652:Brenna, ¿dónde estás? Sabes que tenemos que hablar.

Dejo el móvil en la mesa, esbozando una sonrisa maliciosa. Que espere.

Escribo a mis compañeros de piso y descorcho una botella de vino blanco. Me bebo la primera copa mientras distribuyo la comida en los platos para recalentarla cuando lleguen. Después compruebo mis niveles de insulina. Mi teléfono suena de nuevo y miro la pantalla, segura de que es alguno de los dos, respondiendo. Pero, no, es el señor Impaciente, de nuevo.

+44 074558652: Pasaré a buscarte a las siete.

Suelto una risa-bufido y sacudo la cabeza. Este se ha leído "50 sombras de Gray" y le ha dejado tocado.

Bien, que venga ¿para qué retrasarlo más?

Me resisto al impulso de darme otra ducha y lavarme el pelo. Es mejor que me vea desaliñada para que entienda que su preciosa aplicación para ligar se ha equivocado y así me libere del contrato.

Guardo su número bajo el apodo "Peaky Blinder Pijo" y me siento mejor al instante.

Como todavía me queda tiempo, acudo a mi pitonisa de costumbre, mundialmente conocida como Google y tecleo su nombre completo. La cantidad de resultados me deja pasmada, y más el hecho de que en las más recientes aparezco yo. Estoy metida en un buen lío, porque no hay forma humana de que me vaya a ir de rositas.

Descarto los artículos donde se me menciona, no estoy psicológicamente preparada para ver cómo me destripan, y me decanto por otros más antiguos. Tras quince minutos de ojear y saltar de un artículo a otro su vida ya no es un secreto para mí, y estoy mareada.

La prensa lo presenta como a un depredador del mundo empresarial que logra todo lo que se propone. Al parecer, después de haber acabado los estudios, montó tres empresas diferentes junto a antiguos compañeros de clase, que más tarde vendió por precios exorbitantes. Regresó al negocio de la familia cuando su padre enfermó de cáncer, robándole el puesto de CEO a su propio hermano mayor, quien había mantenido el negocio mientras Christopher se divertía por ahí. Cuando lo hizo, cambió toda la plantilla principal de empleados y el programa de la empresa. Matched es su proyecto más ambicioso, y con el que pretende demostrar que se merece el puesto de director general. Las acciones de la empresa han duplicado su valor tras la llegada del benjamín, pero el mercado de acciones está a la espera del lanzamiento de Matched.

Las Cláusulas del AmorWhere stories live. Discover now