Me sentí como una hoja que vuela libremente,
donde el viento la dirige.
Me percibía como distanciada del mundo, del universo,
como un testigo que sólo observa deleitándose de la vida,
era una antigua realidad olvidada por mi,
una realidad que había reconocido de nuevo.
No sabía qué era lo que me impedía apreciarla,
nada nuevo había en ella.
Era la existencia misma que me decía:
"No tengas miedo, no temas,
ya nos conocemos,
comprende que tú no eres,
soy tú, estás diluida en mi,
como una gota de agua que cae al mar,
no pierde su individualidad, simplemente se da cuenta que es inmensa"
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Sobre las notas de aquel cuaderno púrpura
Poetryversos y pensares de un tiempo invernal