░۟◌༵🧁- ', [ capítulo 4. ] ꒱

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Su omega interior seguía gritando alfa, alfa, alfa, al ver al chico beta con el que se había cruzado anteriormente. Si era un beta, no podía oler sus feromonas... Oh, santo muffin, se detuvo. ¡Las feromonas sintéticas sí que eran detectadas por los betas, pues eran usadas especialmente por estos! En ese momento se sintió tonto, nervioso y sus ganas de ir al baño aumentaron.

Pasó al lado del otro, siendo ignorado por este, lo cual le brindó alivio. Fue al baño y se deshizo de su orina. Al salir trató de buscar a su amigo, ya que tenía ganas de irse y Quackity era el único de los que tenía carro... Podría pedir un taxi, reflexionó, y así podría irse sin arruinarle la diversión a Quackity.

Y sin embargo, no supo qué lo impulsó a quedarse ahí más tiempo del que tenía planeado. En algún momento de la noche, le llegó un mensaje de Quackity diciendo que había hecho un amigo y que pasaría el resto de la velada con él, que si no le importaba. En el fondo, le dolió ser abandonado, no le gustaba pasar por eso otra vez, y aún así, le dijo que no había problema.

-Oye, guapo, ¿no quieres un alfa en tu cama?

Un tipo completamente borracho se le había acercado y una de sus manos se hallaba en su trasero. Aquello le pareció sumamente repulsivo, pero su voz no salió y sus manos no se movían como él quería. Sin embargo, el ruido de copas y sillas cayéndose fue su salvación, pues un alfa llamó al tipo que lo estaba prácticamente acosando para que lo fuera a ayudar. Darryl se vio librado de aquel detestable ser y en ese momento, aprovechó para irse.

Entonces nuevamente se encontró con ese beta -¿acaso se iba a encontrar con él siempre?, pensó-, pero a diferencia de antes, tenía un ojo morado y varios moretones en la cara y se veía lastimado.

-¿Estás bi-

-Cállate y camina o vendrán por nosotros -lo tomó de la mano y empezaron a caminar. En ese momento, Bad cayó en cuenta de que el beta estaba algo alcoholizado y que también Quackity se había llevado su carro. Entonces tomó el control de la situación y llevó al chico a una parada, donde agarraron un taxi.

No lo iba a abandonar a su suerte, Bad era muy bueno como para hacer eso. Lo llevaría a su departamento y tan pronto como el alcohol dejara las venas del chico ese, lo dejaría ir. Se bajaron en el departamento de Bad y después de pagarle al taxista, este hizo malabares para sacar las llaves de su bolsa en tanto sostenía al chico beta, tratando de ignorar a su omega, quien desde que ese chico había aparecido, no dejaba de estar emocionado y decir alfa, alfa, alfa.

-¿En dónde estamos? -preguntó el beta.

-Eh... lo siento, no te conozco y no sé dónde vives... te explicaré después, cuando estés sobrio -dijo, mientras dejaba que el chico se sentara en su sillón.

-¿Cómo te llamas?

-Darryl, ¿y tú?

-Zak.

𝗪𝗘𝗜𝗥𝗗𝗢, skephaloWhere stories live. Discover now