Mi perfecto síndrome de Peter pan

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25.

Hoy vengo a presentarte mi perfecto síndrome de Peter pan.
Y por qué digo que es perfecto, porque en un rincón de mi corazón un Peter pan sigue latiendo.
Todos me miran extrañado cuando me ven con la merienda y en mis armarios juguetes guardados.
Me dices dotas de inmadurez pero en las malas siempre estoy, entonces mi respuesta no vas a leer.
Que me falte madures no significa que mi empatía llegué al nivel de sentir lo que tú sientes al verme a mí.
Gran inmadurez pero siempre estoy con mi Peter pan, el cual está contento perdido en su cuento de hadas.
Mis locuras por una sonrisa, mis abrazos cuando más lo necesitas.
Pero no es inmadurez es no tener miedo a lo que pueden decir los demás.

Hay mi perfecto síndrome de Peter pan que pocos entenderán mi felicidad.

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