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Odiaba decirlo en voz alta, pero sus padres habían sido así toda la vida, en verdad, toda, desde que tenía memoria y cuando tuvo a Sae, prometió que nunca iba a decirle como vivir o qué hacer con su vida, simplemente lo iba a dejar ser lo que quisiera, un músico, un atleta, un vendedor de helados lo que quisiera, pero que lo hiciera feliz, que se casará con quién más amará y luego tuviera los hijos que quisiera y también los dejará ser felices, era todo, porque en su mayoría, sus padres querían decidir hasta en qué dirección debería mirar, ellos siempre habían sido así de controladores y por eso detestaba tanto estar cerca de ellos, pero tampoco quería alejarse, eran sus padres, los anormales que lo habían criado y quizás a su manera, un poco de su intento por dejar que ellos dejarán de meterse en su vida, había estado eso de quedarse con Yeol, pero él amaba a Yeol, era como su príncipe azul en la realidad y odiaba pelear con él por culpa de ellos.

Y encima de todo eso, Jung lo ponía de nervios, diciendo cosas que no debería, metiendo sus narices donde no, pero no quería dejar de hablar con él porque era el único amigo cercano que tenía, a ese punto, muchos de sus amigos le hablaban pero nada era como antes, quizás había perdido todo el paso de eso, pero ahora era Jung uno de esos pocos amigos cercanos que tenía pero a la vez lo estaba volviendo loco, sentía que esa era idea de sus padres también y se sentía paranoico.

-¡Buenos días!- pero Chanyeol lo asustó cuando lo fue a abrazar desde atrás y le apretó los pechos, comenzando a moverlos con sus manos mientras recargaba su mejilla en el hombro de Baekhyun y entonces miraba el desayuno que estaba haciendo. -¿Sigues enojado?-

-No me enoje, solo estaba estresado y me porte como un tonto, así que por favor, no peleemos más, olvídalo ¿quieres?- dijo apretando las manos de Yeol sobre él, en especial cuando sintió que lo empujaba con sus caderas. -¿Me perdonas?- dijo mirándolo hacía un costado, actuando del todo inocente y sonriendo, provocando que Yeol le mostrará los dientes, como si fuera a morderlo.

-Toda la vida, cariño, incluso si hicieras algo ilegal, yo me echaría la culpa con tal de que tú y esa linda cara quedarán libres.- Chanyeol lo tomo de la barbilla para besarlo, para darle un montón de picos en los labios y sonriendo, volver a comerle la boca y Baekhyun amaba que sus peleas no podían durar más de 24 horas, aunque tuvieron que separarse de su candente beso, cuando escucharon a Sae saliendo de la habitación llorando, cargando como siempre a su tempo Man, cuando Yeol se acercó, termino viendo que estaba llorando porque su pañal se había escurrido, estaba empapado de un poco de orina, pero Sae estaba llorando mucho por eso.

-Papá...- le lloró de manera dolorosa, a quebrantada y Yeol solo lo abrazó un poco.

-Está bien, Sae, está bien, no pasa nada, papá lo va a limpiar y te pondremos otro pañal.-

-Pañal no.- lloró Sae, porque creía que podría ir al baño solo, pero había estado durmiendo mucho esa mañana y no pudo hacerlo, ahora estaba muy avergonzado y estaba llorando mientras su papá se reía un poco al verlo llorar de esa manera, pero era que ya no quería tener un pañal y ser llamado "bebé".

-No llores, Sae, ye, ¿quieres ir a la piscina?- Sae dejo de llorar un poco y ahora solo hipaba mirando a su padre que le acariciaba el cabello con cuidado. –parque, agua...- y asintió, de todos modos no había mucho que hacer ese día y cuando miró a Baekhyun este se encogió de hombros, como si no le tomará importancia, de hecho, pensaba que era lo que necesitaba para despejar su mente, en especial cuando Sae parecía tan triste, haciendo un montón de pucheros y no había nada más que le gustará a su hijo, que ir a jugar con agua, así que dejo que Baekhyun fuera a limpiarlo mientras él secaba lo demás, como las sabanas de su bebé o un poco el suelo cuando camino y escuchó que Yeol le está dando una ducha rápida, Sae estaba quejándose, pero no demasiado, parecía estresado por algo y cuando se asomó, Yeol lo estaba tomando con una mano mientras lo enjabonaba, siendo que Sae parecía de mal humor.

El largo viaje de ser padre de un monstruoWo Geschichten leben. Entdecke jetzt