‹ 11 : 𝖲𝗎𝗋𝗉𝗋𝗂𝗌𝖾 ›

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Ya habían pasado cuatro meses desde que Hyunjin y Jeongin se habían vuelto buenos amigos, aunque, para ninguno de los dos era amistad lo que sentían

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Ya habían pasado cuatro meses desde que Hyunjin y Jeongin se habían vuelto buenos amigos, aunque, para ninguno de los dos era amistad lo que sentían.

Con el paso del tiempo, tanto Hyunjin cómo Jeongin se dieron cuenta que sus planes no eran esos. El castaño lo supo desde el primer momento en que lo vio, pero a Hyunjin lo costo un poco más.

Y es que este al principio sintió curiosidad por Jeongin, luego de comenzar su amistad, se dió cuenta de sus verdaderos sentimientos : estaba enamorado de él.

Al principio se negó, por miedo a ser rechazado, pero se dió cuenta que cuando intentaba darle señales de sus sentimientos, Jeongin le correspondía igual que él, dejándolo atónito.

¿Jeongin también siente esos sentimientos más que amistad? ¿O lo hacía solo por ser amigos y para bromear? ¿Quizá estaba entrando en razón o se estaba equivocando?

Las inseguridades lo consumieron un tiempo, hasta que tomo la gran decisión : se confesaría. Estuvo semanas preparándose mentalmente para todo, porque sabía que iba a ser difícil para él mismo, pero lo haría por él y por el chico que lo trae enamorado.

Cuando el momento llegó, solo dió un suspiro y repitió unos 51 veces en su cabeza un "tu puedes Hyunjin" y se acercó a la mesa donde su futura pareja se encontraba sentada, hablando entretenidamente con sus amigos.

Carraspeó dos veces, llamado la atención de todos en la mesa, pero la que le importaba, se enfoco, sonriendo—Hyunjin, ven siéntate—murmuró el castaño, empujando levemente a la persona a su lado, y dejándole un lugar.

—De hecho, quería hablar contigo.

La cafetería de un momento a otro quedo en total silencio para Jeongin, solo enfocándose en Hyunjin, quien se mantenía nervioso en su lugar. Algo confundido, pero sin borrar su sonrisa, asintió, levantándose e informándoles a sus amigos que ya volvía.

Caminaron juntos las dos hasta salir de la cafetería en total silencio. Cuando llegaron a los pasillos, los cuales se encontraban más que vacíos, Jeongin se colocó al frente de Hyunjin, mirándolo extrañado.

—Hyunjin, ¿Está todo bien? ¿Necesitas algo? ¿Que ocurre?—pregunta algo preocupado pero intentando manter la calma el castaño, confundido por su actitud.

El pelinegro se quedó callado unos segundos y suspiro, rendido—No puedo decirte nada por ahora, porque es una sorpresa—explico, viendo como el aliviado invadía el rostro del contrario, borrándolo por uno de curiosidad.

—¿Una sorpresa?—pregunto el castaño cruzando sus brazos en su pecho—¿Y eso por qué?

Hyunjin comenzó a ponerse un poco nervioso por todas las preguntas que hacia Jeongin, así que decidió hacerla rápida, para luego poder chillar mientras le cuenta todo a su amigo—Porque quiero darte una sorpresa—murmuro intentando controlar su respiración, cuándo noto que el castaño iba a abrir su boca para seguir preguntando, rápidamente lo interrumpe—No preguntes nada más porque no te responderé, lo único que te diré es que te espero hoy a las ocho en mi patio, y ni siquiera se te ocurra mirar por la ventana porque nunca más te perdonaré.

Jeongin rio por el suspenso que le estaba dando, pero aún así asintió—Una sola pregunta—Hyunjin dudo, pero se dió por vencido asintiendo—¿Me compras ositos de goma? Acaban de traer más a la cafetería—explico recordando la vez que se enojo al notar que no había más de esos en la escuela—Despues te juro que soy todo tuyo.

Hyunjin malinterpreto las palabras, y solo soltó una carcajada, avergonzando a Jeongin, quien solo rodó sus ojos y comenzó a insistirle por sus ositos de goma.

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𝗣𝗛𝗢𝗧𝗢𝗚𝗥𝗔𝗣𝗛𝗦 - 𝗛𝘆𝘂𝗻𝗜𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora