Acto 3(en edición)

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Sentado al borde de la ventana leía un libro, mientras te hallabas en el pequeño jardín de nuestra casa, era agradable verte entretenida entre las flores

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Sentado al borde de la ventana leía un libro, mientras te hallabas en el pequeño jardín de nuestra casa, era agradable verte entretenida entre las flores. La tranquilidad no duró mucho, solo unos segundos al escucharse unas campanillas de viento. Suspiro cerrando el libro de golpe, podía reconocer esa presencia en cualquier lado.

-¿Qué quieres? -le pregunto al inesperado invitado que se hallaba en mi despacho.

-Al parecer no has perdido el toque-menciona a unos tres metros de mí.

-No es difícil. Puedo oler la vibra angelical a la milla-me volteo a verle.

-Y yo al de azufre-responde de vuelta acercándose en un pestañeo más.

Me paro de la cornisa y le observo de frente, hacia mucho no veía a uno de ellos. Su túnica blanca con detalles y aura resplandeciente en calidez maternal, nuestros ojos de cruzaban como si nos efrenteramos hasta que decidió hablar nuevamente con una sonrisa.

- ¿Cómo has estado hermano?

- Excelente, ocupado como seguro sabrás - doy unas cuantas pisadas hasta dejar el libro sobre el escritorio-y a que debo el honor de la visita del guardián de las ruinas de plata?

- Tus acciones han llamado demasiado la atención en todo el cielo.

-¿Te refieres a "él"? Pensé que estaría demasiado ocupado siendo omnipotente y omnipresente como para inmiscuirse en simples "asuntos"-solté burlesco.

- No me refiero a nuestro padre-rectificó con cierta preocupación-Ese hombre de dios a quien decidiste desafiar ha buscado y pedido ayuda, llegando a oídos sus clemencia a uno de nuestros hermanos.

En seguida captó mi atención, parece que alguien decidió aliarse con ese incompetente cura.

- ¿Quién decidió responderle?-pregunté curioso.

-¿Quién crees? Le ofrecieron varios brillantes caprichos a cambio de su ayuda-me respondió y ya me vino a la mente el nombre.

- Vaya apoyo se consiguió-cruzo mis brazos, parecía un chiste.

- No deberías de tomar a la ligera la tenacidad de un hombre de fe, sus palabras llegarán a más personas como el río al mar, poniendo en peligro lo que tanto proteges-me dice acomodándose su clara capucha.

-Sí él quiere venir a por mí, pues que así sea. Solo te diré algo, querido hermano, aunque venga con cientos de hombres no dejaré que nadie la arrebate de mi lado. Solo encontrarán la muerte si lo hacen - expresé rotundamente.

La expresión de su rostro era de sorpresa por lo inesperado de mis palabras.

- Has cambiado para bien, me alegra- sonrió-Así que por favor, no dejes que la ira te inunde cuando ocurra algo con eso que tanto amas.

En seguida terminó de decir la última palabra, se desvaneció en un aleteo. Una pluma quedó flotando en el aire donde una vez estuvo, la tomo y observo pensativo. Por qué me habría avisado sobre esa unión? No le veía desde que caí. Mis ojos se desviaron al exterior en cuanto un aleteo proveniente de uno de los árboles cercanos a la ventana se escuchó. Con que así es su ayuda.. Ah, querido hermano. No respetas ya a tus antiguos mayores?

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⏰ Last updated: Jun 20, 2023 ⏰

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