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Su cabeza se estampó contra el frio suelo, su vista se nubló y solo escucho como su hermana gritaba su nombre

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Su cabeza se estampó contra el frio suelo, su vista se nubló y solo escucho como su hermana gritaba su nombre.

Todo parecía ir en cámara lenta y sintió como su cuerpo era levantado nuevamente y su vista por volvió, pero desgraciadamente los primero que vio fue a un alfa pelinaranja de pecas y dientes de conejo.

—¿No qué muy ruda Wu?— Escupió aquellas.

—¡Ya déjenla en paz!— Gritó su hermana, pero fue empujada al suelo, donde cayeron sus lentes y uno de los idiotas qué la molestaban los quebraba.

Si algo le molestaba, era ver como humillaba a su querida hermana menor. Trato de zafarse del agarre del chico, pero era inútil, tenía mucha desventaja por no saber pelear como los alfas comunes.

—¡Wu! ¡Park!— La voz del director hizo que el alfa la soltara, cayendo al piso nuevamente.— ¡A mi oficina ahora!

Ser un alfa y no saber pelear

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Ser un alfa y no saber pelear... era ser una vergüenza para su especie.

Nath Wu. Hija mayor de las gemelas Wu, un Alfa la cual solo fue criada por su madre omega por lo cual las demás personas creían qué era débil, solo por ser creiada por una dulce y tierna omega.

No solo ella, su hermana también era una omega y por ende era peligroso que andubiera sola, era una nerd en toda la palabra, usaba lentes, tenía frenillos y no se solía comportar como una omega sino, como una beta.

Claro, para la sociedad eran un dúo de fenómenos. Ella no era popular, no tenia pareja, ni las mejores calificaciones.

Nath no era nadie.

—¡Esto es el colmo señora Wu!— Grito el director, un alfa gordo y pelón.— ¡Sus hijas solo traen problemas a esta institución! ¡Quedan expulsadas de esta institución!

Nath y Yelena voltearon a ver a su madre, que permanecía con un semblante calmado.

Marcy era una omega muy tranquila, amable y comprensible... pero cuando se enojaba solía ser el demonio en vida.

¿Su madre débil? Para nada.

—Mire... señor.— Murmuró Marcy entre dientes.— Estoy harta de que usted, sus maestros y sus estúpidos alumnos me quieran ver la cara de estúpida.

El alfa abrió la boca con indinacion.

—He recibido varias quejas de mis dos niñas sobre esta escuela.— Su madre se puso de pie, quedando enfrente del alfa quien se encogió en su asiento.— Mala disciplina, mala educación ¡Malo docentes y malos estudiantes!— Las dos menores se encogieron de igual forma en sus lugares por el grito de su madre.— ¡Mis hijas se han quejaron con usted por el constante bullying! ¡¿Y que ha hecho? ¡Nada! ¡Solo acusarlas por lo que su sobrino les hace!

—S-Señora Wu...

—¡Nada! ¡He pagado por huesos rotos, mochilas nuevas, libretas, uniformes! ¡Todo! ¡Mi hija lleva 7 lentes nuevos en estos 2 meses!

—P-Pero señora Wu... no es nuestra culpa que su hija no sepa defender como la alfa qué son..

Uy no, eso fue la gota qué derramó el vaso.

—¡¿Y usted que va a saber de ser un Alfa?! ¡Déjeme decirle una cosa señor Park! ¡Mi hija es más alfa qué usted y toda esa bola de inútiles!— El rostro de la Omega estaba rojo de la furia y estaba a nada de explotar.— ¡Usted no va a expulsar a mis hijas! ¡Yo las sacare de esta escuela!

El alfa seguía sorprendido, en todos los años de docente jamás había conocido a una Omega respondona...

Vaya, que mal educada.

—¡Y para su información! ¡Soy señorita Wu!

Dicho eso, Marcy saco a sus hijas de ahí, azotando la puerta en su camino.

¿Su madre? La mejor.

Pero eso no bastaba.

El señor Park tenia razón, era su culpa por no saber defenderse antes los idiotas qué las molestaban, pero es por que jamás ha vivido con la imagen de un Alfa en casa.

Su madre era madre soltera y su padre... bueno ¿Al menos tenia uno? Los únicos alfas qué conocían era su Tía Darcy y su abuela Yunen, pero ellas vivían al otro lado del país, en Los Angeles y solo las veía en navidad.

Era difícil ser un alfa sin un alfa qué te enseñe...

—¿Mamá está enojada con nosotras?...— Preguntó Yelena con la vista baja.

Marcy suspiró y detuvo su paso para poder abrazarla a sus hijas.

—Jamás lo estaría mis niñas, no saben lo preocupada qué estaba por ustedes...— Las dos menores sonrieron al sentir un beso en sus frentes.— Vayamos a casa, ya encontraremos una buena escuela para ustedes mis niñas.

Tal vez.. no necesitaban ser un alfa como los demás.

 no necesitaban ser un alfa como los demás

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nueva historia pq si

And where is dad?Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora