Los pasos apresurados resonaron en todo el castillo mientras los ojos penetrantes miraban a los sirvientes inconscientes y al guardia, sin saber que habían sido enviados a un sueño feliz. Un aplauso de sus manos ordenando la convocatoria de cualquiera de los shinobi en su empleo.
No pasó nada.
" ¿¡ Por qué todos están dormidos!? ", Pensó Kurozumi Semimaru mientras su mente intentaba descifrar qué sucedió. No se tomó un descanso durante dos semanas para volver a este lío.
Semimaru se había tomado dos semanas para descansar en Kibi debido a su vejez. Solo para regresar con las puertas del palacio cerradas y sin responder a las personas que se quejan del ladrón que les robó anoche. Semimaru tenía acceso a la llave de repuesto que abría las puertas de entrada traseras; el anciano entró al castillo, corriendo para encontrarse con Orochi.
Solo se detuvo al ver a los guardias samuráis roncando, lo que le puso los nervios de punta aún más. Luego, al entrar en las cámaras del Shogun, sus peores temores desaparecieron al ver la transformación inconsciente completa de Zoan de Orochi, pero los había. Afortunadamente, las ocho cabezas grandes todavía estaban unidas a sus largos cuellos. Pero Orochi se había desmayado y se desplomó en el suelo con un olor desagradable.
" ¿Qué diablos está pasando hoy? " Semimaru se sonrojó con enojo antes de toser en su puño y llamar, "Orochi... ¡despierta!"
Los ojos de la forma monstruosa de Orochi se abrieron de golpe y gritaron de inmediato: "¡BARRERAS AHORA!"
Semimaru simplemente retrocedió ante el arrebato de Orochi y suspiró cuando Orochi cambió de nuevo a su forma humana, abrazándose a sí mismo y temblando como si hubiera visto un fantasma.
"Orochi... Me tomo un descanso de dos semanas con Kibi, ¿¡y esto es a lo que regreso!?" espetó el anciano miembro del clan a su Kurozumi más joven pero más poderoso.
Tirando de los mechones de su cabello con indignación, Orochi susurró con miedo mientras sus ojos se movían, "¡Él estaba aquí otra vez!"
"¿Quién?" frunció el ceño Semimaru con una ceja levantada.
"¡Kozuki Oden!" gimió el Shogun mientras se acurrucaba en el suelo, "¡Estuvo aquí anoche y la noche anterior!"
"Eso es imposible", murmuró Semimaru mientras negaba con la cabeza, "Está muerto. Nos aseguramos de ello".
"¡Regresó como un fantasma!" gritó Orochi con una mirada enloquecedora en su rostro, "¡Todo por la ayuda de ese hombre enmascarado!"
"¡¿Qué?!" Ahora la preocupación estaba grabada en el rostro de Semimaru.
"Comenzaron a visitarme cada dos días a la medianoche desde que te fuiste a Kibi". El Shogun se quejó mientras lágrimas y mocos corrían por su rostro mientras se mordía los dedos con profunda ansiedad.
Semimaru no estaba contento con el estado de Orochi. Agarró el hombro de Orochi y comenzó a sacarlo de sus pensamientos de pánico, diciéndole: "Orochi, respira hondo y cálmate...".
Orochi respiró hondo y suspiró, pero aún sentía el nerviosismo en su cuerpo.
"Tal vez el estrés de ser el shogun podría hacer que estés viendo cosas". Semimaru afirmó con un asentimiento informado: "Solo necesitas unas vacaciones".
"¡No estoy loco!" Orochi estalló de ira cuando el miedo desapareció de su cuerpo.
"No dije que lo fueras", dijo Semimaru cuando los pensamientos comenzaron a conspirar en su mente, "Ahora, ¿qué estabas diciendo sobre el hombre enmascarado?"
